Los reclamos de la comunidad se hicieron conocidos en redes sociales y medios de difusión tras dar a conocer que el arroyo que utilizaban como única fuente de agua estaba contaminado a causa del estancamiento de las aguas.
Esta consecuencia tenía dos causas: la construcción de una represa por parte del empresario Quintar, que tiene tierras en la zona, y que dejaban sin posibilidad de escurrimiento de las aguas del río Bermejo que limpiaban el arroyo de manera natural.
Una alternativa del acceso al agua potable es la producción del pozo que se encuentra en la comunidad y que, según aseguró el secretario de Asuntos Hídricos, Alfredo Fuertes, fue construido en julio. “Este pozo, que quede claro, fue terminado en julio del año pasado certificado por quien pagó los elementos de la construcción, Ministerio de Desarrollo Social de la Nación".
"Se lo construyó y puso en producción con un grifo al lado del pozo. No nos cabía otra obra. Quizás era necesaria una extensión a comunidades y escuela, no nos correspondía y no se hizo. Quizás fue por eso el encono de la comunidad”, explicó el funcionario.
Problemas de energía
El miércoles pasado, ante el recurrente reclamo que se plasmó en una denuncia presentada ante la Comisión Internacional de Derechos Humanos, (CIDH), los equipos fueron a la comunidad. Allí constataron que estaba destrozado el panel solar que permite trasferir energía al pozo para que produzca. Quisieron reemplazarlo pero el panel no funcionaba. Ante ello, Aguas del Norte dispuso un generador. Pero a las pocas horas de funcionar dejó de hacerlo. Ante este inconveniente, según contó Fuertes, la empresa volverá con un nuevo generador para abastecer a la comunidad de agua.
Otra de las observaciones de la denunciante ONG Naturaleza de Derechos fue que, por más pozo en producción, el peligro radica en la presencia de arsénico. Fuertes indicó que en el pozo que se dispuso en la comunidad San Felipe (y cuyas zanjas para hacer las conexiones a las viviendas y la escuela ya fueron hechas por la comunidad), tenía un nivel de arsénico de 0.07, para luego bajar a 0.03. El nivel permitido, en principio, es del 0.05 dijo el funcionario. Esto, indicó, implica que el agua sería apta para el consumo humano.
La represa de Quintar
Respecto del proyecto de la represa de Quintar, Fuertes indicó que la intención es poder tener un estanque para pesca y que sirva a su vez para recrear la vida en el Chaco salteño. “Le dijimos que podría ser siempre que deje escurrir aguas abajo. Pero igual apelaron”, dijo Fuertes al asegurar que nunca fue autorizada la construcción del embalse denunciado por la comunidad.
Piden donaciones
Desde la Fundación Nutrir Salta se solicitó la donación de agua mineral en botellas o bidones para las familias de los parajes de Rivadavia Banda Norte, “especialmente Lote 21 (Siwok) y Km 92”, indicó la entidad en un comunicado.
La Fundación hizo su solicitud “debido a las malas condiciones de los pozos de donde extraen el agua para el consumo y las altas temperaturas que viven en el norte de la provincia”. Pidieron también el agua para La Unión y San Felipe, de Rivadavia Banda Sur.
Indicaron que las familias del norte salteño viven a diario con una sensación térmica mayor a los 40º y son muchos niños y adultos que necesitan de este servicio vital para evitar casos de deshidratación y otras enfermedades.
Todas las donaciones que se reciban en el centro de Junín 696 serán enviadas todas las semanas a Rivadavia y entregadas a las familias que la necesiten.