La manifestación se realizó mientras aún continúa la negociación paritaria, iniciada en enero pasado, y que por el momento parece estancada, ante la negativa de las cámaras bodegueras a ofrecer un aumento superior al 23%.
Aunque desde enero a la fecha se acercaron posiciones, la distancia todavía es mucha: las paritarias se iniciaron con un reclamo gremial del 42% (con la intención de que el básico de un obrero de viña, de $8766, alcance la canasta básica, calculada en $13800) y una oferta empresaria del 18%. A estas alturas el gremio bajó su pretensión al 32% y la patronal llegó al 23%, pero todavía distan 9 puntos de diferencia y las partes se muestran intransigentes por el momento.
“(La paritaria) sigue estancada, es mucha la diferencia que hay entre un 23% y no-sotros pedimos un 32%”, afirmó el secretario general del SOEVA Cafayate, Nelson López, desde Mendoza. “El trabajador necesita inmediatamente un aumento, porque realmente estamos por debajo del índice de pobreza”, insistió el dirigente, quien añadió que “la necesidad presiona a cada dirigente y nosotros nos sentimos comprometidos a obtener un mayor porcentaje para los trabajadores, porque realmente es el rubro que está más bajo en el país”.
La manifestación en Mendoza, de la que participaron representantes del Sindicato de Obreros y Empleados Vitivinícolas de Cafayate, incluyó una reunión con miembros de la Cámara de Diputados de Mendoza, a los que los sindicalistas solicitaron apoyo en el empeño de lograr un sueldo básico de al menos $11.500, y también para que impulsen iniciativas tendientes a proteger la producción nacional de vinos, que se ha visto afectada por el aumento de la importación.
Acuerdo en Esteco
La situación en la bodega El Esteco está normalizada, luego que la empresa y los trabajadores alcanzaron un acuerdo, con la intermediación del Ministerio de Trabajo de Salta, informó López.
En los primeros días de marzo los trabajadores de esa empresa iniciaron un paro de actividades, en reclamo de la reinserción de un trabajador despedido y debido a que otro trabajador había sufrido maltrato por parte de un capataz.
El conflicto se superó con un acuerdo en el que la empresa se comprometió a supervisar que no haya actos de maltrato ni violencia contra los trabajadores, y aceptó que el gremio realice también su propia fiscalización. También aceptó paga los días caídos por la huelga, y respetar el premio por presentismo