Detenidos desde el 4 de marzo pasado, cuando en el marco de los reclamos en contra de los despidos de 179 trabajadores del Ingenio El Tabacal, ubicado en Hipólito Yrigoyen, del departamento Orán, se encadenaron en la planta industrial.
Ayer, al llegar a los arcos del Ingenio (en donde se instaura además un pueblo en su interior), los abogados fueron interpelados para que den su identidad. “No quise identificarme y dijeron que no me iban a dejar entrar. Sólo después que dije que los iba a denunciar es que me dejaron pasar”, contó Leiva a Nuevo Diario.
Una vez en administración, en donde se encontraba la fiscal Sofía Fuentes Mayorga, una secretaria y un abogado que dijo ser el querellante en la causa contra los trabajadores, les indicaron que para ingresar necesitaban botas. “Nunca me notificaron que debía ir con botas. Y no me voy a poner ropa que me dé el Ingenio. Me parece inmoral e indigno”, sostuvo Leiva.
Pese a que solicitó suspender la medida ordenada por la Justicia en la planta industrial, la fiscal dispuso que se siga adelante.
Por ahora, Fuentes Mayorga pide que sobre los dos trabajadores despedidos pese la acusación de estrago doloso, delito que dispone una pena de entre tres y quince años en caso de ser aceptada por la Justicia.