Así lo confirmó Delia Argañaraz, madre de uno de los alumnos de la escuela, quien sostuvo que esperan aún la reubicación de los chicos que asisten a los grados de primero a tercero (y son los más chicos de la escuela), para dar tranquilidad a los padres de que están fuera de total riesgo.
Sucede que según los estudios que realizó la Secretaría de Obras Públicas de la Provincia la escuela se encuentra en riesgo estructural, razón por la cual hubo que realizar una demolición total. Según lo indicó la responsable de Infraestructura del Ministerio de Educación de la Provincia, Carolina Martínez, en realidad hubo reuniones a raíz de esta situación en marzo, a fin de definir cuál sería el destino de los chicos en nuevos espacios donde era necesario reubicarlos.
En principio se decidió acondicionar el Salón de Usos Múltiples (SUM) de la escuela, dado que el peligro estructural está focalizado en el sector de las aulas y no así de la parte administrativa o de otras salas, razón por la cual se improvisaron las aulas en estos espacios. “Habíamos ofrecido la reubicación fuera de la escuela pero en aquel momento los padres se opusieron”, dijo Martínez al aclarar el proceso de acuerdos que se llevó adelante.
La semana que pasó los padres decidieron no enviar a los chicos a la escuela al entender que estar junto a la demolición implicaba un riesgo para su integridad física. Ante ello, volvieron las reuniones y, según Martínez, hubo posiciones encontradas respecto de qué hacer con la reubicación de los chicos, dado que algunos estaban en contra de que salgan del espacio de la escuela y otros a favor.
Ante ello se recurrió al acondicionamiento de las aulas en dos centros evangélicos y una sala parroquial, además de mantener los espacios dentro del SUM de la escuela.
“Ya hay algunos chicos que fueron reubicados”, dijo Argañaraz a Nuevo Diario al indicar que ante esta posibilidad es que ayer reiniciaron las clases. Sin embargo, sostuvo que aún se encuentran a la espera de que otorguen una solución al resto de los alumnos de entre primero y tercer grados que toman clases en el SUM.
“Ya terminó la demolición y si bien estamos más tranquilos creemos que pueden seguir en riesgo los alumnos”, dijo. Martínez, por su parte, afirmó que las reubicaciones y las decisiones de los padres serán totalmente asumidas una vez que pase el período vacacional de invierno, para regularizar la situación.
Trabajos por un año y medio
Martínez indicó que las obras que se realizarán en la escuela serán al menos por un año y medio, a fin de entregar un edificio nuevo al establecimiento, cuya inversión total es de 28 millones de pesos.
Agregó que con otros 19 millones se realiza la obra del colegio secundario de la comunidad wichi, quedando pendiente la construcción del nivel inicial en la escuela primaria a reconstruir.
Por ahora, la preocupación es sobre los 520 alumnos que forman parte del alumnado de la escuela primaria. Sostuvo que ante los posibles peligros y preocupaciones que involucraba la situación de la escuela primaria de Rivadavia es que decidieron que durante los meses que los chicos tomaron clases en esta institución, Obras Públicas debía realizar un informe sobre la situación estructural del espacio ocupado.
