En octubre pasado, el intendente Rubén Méndez pasó a unos 82 trabajadores que estaban como contratados a la condición de "planilleros", situación que trajo la disconformidad de los empleados que perdieron ingresos y derechos laborales.
Con el transcurso de los días, algunos tuvieron la promesa del intendente que serían reincorporados dentro de unos meses y abandonaron los reclamos, mientras que otros 16, ligados al intendente, fueron reincorporados. La lucha sindical se redujo a unos 23 empleados que persistieron con la reincorporación.
Luego de varias instancias de conciliación, el Ministerio de Trabajo intimó al municipio a que retrotrajera la medida, caso contrario podría ser sancionado. Sin embargo, cumplidos los plazos, el intendente Méndez no acató la resolución ministerial.
Se endurece la postura
"Vamos a permanecer los días que hagan falta hasta recuperar la fuente de trabajo. Que no me vengan con el verso de que siguen trabajando porque no es lo mismo estar como planillero después de seis años de contrato y se queden sin obra social, aguinaldo ni beneficios que ampara la ley 6068", explicó Hoyos a la periodista de Salvador Mazza, Natalia Camacho.
"Estos trabajadores ya deberían estar marcando. Después podemos discutir si corresponde despedir o no y porqué quieren tomar la medida. El municipio violó la conciliación obligatoria. Con los 23 trabajadores que están apostados acá no hubo acuerdo, si los renueva levantamos el paro", sostuvo el gremialista.
Acusaciones gremiales
Hoyos recordó que el secretario Gremial de ATE Rubén Moreno se encuentra suspendido de su función gremial por recibir prebendas del intendente, supuestamente por acordar la reincorporación de sólo 16 trabajadores y diluir la lucha sindical ante la pérdida de los contratos. "No sabemos porque salieron dos cheques por $17.500 a nombre de Moreno", dijo Hoyos.