Antes de ingresar al recinto, según pudo saber Nuevo Diario, había una posibilidad muy grande de aprobar la ordenanza por seis votos contra cinco. Pero los vecinos se movilizaron y lograron que al final de la sesión el proyecto se tratara y, en votación nominal (es decir, identificando cada uno de los votos), se lograra unanimidad en el rechazo de la medida en cuestión.
La concejal Soledad Saba contó que fue su compañero de bancada, Lucas Tévez, el autor de la ordenanza. "Desde el principio le dije que esta vez no lo iba a acompañar", contó la edil, al sostener que al ser ella vecina del barrio Catedral de Orán, y vivir a una cuadra de una estructura de antena, pudo vivir en carne propia algunas situaciones lamentables que hacen sospechar de las radiaciones que pueden emanar de ese lugar. "Son al menos 12 muertes en un radio cercano a la antena", dijo Saba. Agregó que estudió el tema con algunos especialistas a fin de poder convencer a su compañero de bancada quien finalmente decidió presentar el proyecto. Los votos, en tanto, iban a ser de los concejales que responden al intendente Marcelo Lara Gros.
Al llegar el momento de tratar el tema, y viéndose en la posibilidad de quedar expuesto con los concejales del oficialismo pese a ser oposición, Tévez solicitó retirar el proyecto. Pero fue entonces que la concejal del PO, Neli Díaz, pidió la votación por la aprobación o el rechazo y con voto nominal.
Díaz convocó, además, al especialista en telecomunicaciones y crítico de las normativas que permiten una alta emisión de densidad de potencia desde las antenas, José Bravo.
El especialista es un tanto resistido por aquellos que presentó ENACOM en distintos municipios buscando la posibilidad de alivianar las ordenanzas para la disponibilidad de las antenas.
Tras las explicaciones y los argumentos, además de la movilización de los vecinos, se logró finalmente el rechazo de la ordenanza de forma unánime.
Saba indicó que ahora se espera contar con la propuesta para que el intendente sea autorizado por el Concejo Deliberante a comprar un medidor de radiaciones que tiene un precio de 500 euros, a fin de controlar las antenas.