La ocupación se había iniciado el lunes 4 de junio pasado, cuando los trabajadores decidieron hacer la ocupación ante la demora de la venta del Ingenio.
La decisión de retirarse se tomó tras el acuerdo que se logró en la audiencia de mediación que propició la fiscal penal de Güemes, Verónica Siemensen, quien el miércoles ya había decidido la imputación de 75 trabajadores que se mantenían ocupando el predio, entre ellos el secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar San Isidro (SOEASI), Mariano Cuenca.
En ese marco, y ante el pedido del Grupo Gloria de desalojar las instalaciones, Siemensen decidió convocar a una audiencia conciliatoria en la cual las partes acordaron firmar un acta en la cual se dispuso el compromiso de la venta del San Isidro, y la instancia por parte de la fiscal como de los representantes del Ingenio, de solicitar el sobreseimiento de los trabajadores imputados.
En el convenio se dispuso que los trabajadores tuvieran hasta ayer a las 14 para retirarse del predio. Por otra parte, el abogado del Sindicato, Enrique Wandschneider, señaló a Nuevo Diario que las informaciones que volcaron los empresarios es que el lunes que viene en Lima (Perú), habrá una reunión con un oferente por el tema de la venta.
Por su parte, Cuenca indicó que para el lunes tienen previsto realizar movilizaciones hasta la legislatura provincial a fin de volver a solicitar e insistir con la aprobación del proyecto de expropiación presentado por el Partido Obrero y otros legisladores de General Güemes.
Ayer, en tanto, la movilización que se realizó en el marco del paro nacional convocado por el gremio de Camioneros se hizo bajo el lema "Todxs somos San Isidro".
A nivel nacional se buscó reclamar en contra de las políticas nacionales que apuntan al ajuste y los despidos en todos los sectores. Sin embargo, el titular de Camioneros y referente de la CGT en Salta, Jorge Guaymás, indicó que se puso como prioridad estar al lado de los trabajadores del Ingenio que perdieron su trabajo y aquellos que aún de manera indirecta están sufriendo los perjuicios de cinco meses de cierre del emprendimiento.
"Estamos hablando de miles y miles de platos de comida que le sacan de la boca a nuestros hijos", sostuvo. Advirtió al gobierno nacional y provincial que la unión de los gremios es "por el corazón, no por el miedo".