“Los creyentes experimentamos la invitación de Dios a suprimir las graves desigualdades sociales y las enormes diferencias en el acceso a los bienes (…). Comprometámonos a no instalarnos en la comodidad y en la tibieza, en la mediocridad indiferente. Dejémonos interpelar por Jesucristo.
Pidamos la gracia de poder descubrirlo, que nadie quede excluido de nuestro corazón", predicó en el Monumento el 15 de setiembre.
También tuvo palabras críticas para la especulación económica. Y, en otro orden, agradeció a los laicos que defendieron “las dos vidas” y se refirió a la enseñanza de educación sexual en las escuelas.
Cargnello tomó las palabras del cardenal Jorge Bergoglio, hoy Papa Francisco, quien dijo "hemos de ponernos la Patria al hombro", y sentenció: "Cada uno desde lo suyo. Recuerden los dirigentes de la sociedad que la promoción de la justicia y la tutela de la dignidad humana, especialmente de los pobres y excluidos es su camino".
"Adviertan a los más favorecidos que el derecho de la propiedad no se debe ejercitar contra el bien común. Duele en el alma ver como la especulación vuelve a someternos al juego inmoral de las finanzas que lucran dinero a manos llenas mientras los pobres no saben a quien dirigirse para llegar a fin de mes comiendo con un poco de dignidad.
Duele escuchar como si fuera un relato fatalista que los pobres tienen que pagar consecuencias de las especulaciones de aquellos que lucran en las timbas de las bolsas, sentados en baúles de dinero, (…) mientras tiembla debajo de los pies de tantos hermanos necesitados", añadió.
Cada vida debe ser respetada
Minutos previos al retorno de las imágenes del Señor y Virgen del Milagro a la Catedral y a la renovación del Pacto de Fidelidad, Cargnello ratificó su oposición a la legalización del aborto: "En estos momentos de la historia de la Patria, el compromiso cristiano con la vida se hace urgente, desde su concepción en el seno materno hasta el último aliento, la vida de cada ser humano debe ser respetada”, dijo.
“Para nosotros vivir es descubrirnos misioneros, es decir hombres y mujeres conscientes de que la vida se alcanza y madura a medida que se la entrega para dar la vida a otros", añadió. Y agradeció a los laicos que defendieron “las dos vidas” durante el tratamiento de la ley de interrupción voluntaria del aborto, que finalmente no fue aprobada por el Congreso.
"Quiero agradecer a todos los hermanos laicos que se han puesto en el hombro la defensa de las dos vidas. Algunos han sabido poner por encima de lo políticamente correcto, la verdad que libera, ¡Gracias!", aseguró el arzobispo.
Educación y sexualidad
También pidió que se apueste por la educación y la escuela. "Esto significa ayudar a los niños y a los jóvenes a descubrir la maravilla de ser personas. Don para la persona y para que la persona sea don para los otros es la sexualidad con la que nacemos. Descubrir ese don, respetarlo según la naturaleza nos lo ofrece, es comienzo de una felicidad auténtica y plenificadora", sostuvo.
Y luego agregó: "Una educación que no respete este primer y fundamental dato es una educación frustrante, no podrá ser considerada integral”. E invitó a no tener miedo “de escuchar la voz serena y liberadora de la ley natura. Respetar a todos es una consigna, no excluir a nadie es un mandato. Imponer la visión de una minoría o la ideología de un grupo de poder es un despropósito".