En la Unidad funcionan ocho camas de las cuales quedaban siempre dos para los casos de urgencia. Es aquí en donde se recibe a los chicos con problemas de adicciones con el fin de desintoxicarlos, proceso que dijo Flores, puede implicar entre cinco y siete días de internación.
Una vez desintoxicados, se espera que los chicos puedan ser atendidos en diversos dispositivos que están a cargo de la provincia y que deberían actuar en la contención posterior para todos los chicos y chicas que se internan.
"Las camas siempre están llenas", dijo la médica a Nuevo Diario al sostener que al menos se espera pasar el proceso de desintoxicación (que implica abstinencia), durante las primeras 48 horas, cuando también se realizan los estudios clínicos de los chicos para poder detectar otras aflicciones en caso de existir. "Son chicos que están mucho tiempo en la calle en exposición permanente", contó.
La falta de lugar genera que se tengan que otorgar turnos programados, una queja que se convirtió en constante entre las madres que luchan contra las adicciones, dado que los chicos están en una situación de retorno recurrente a la ingesta de drogas, y lograr que quieran ingresar a un tratamiento ya es una tarea difícil.
"Las camas siempre están ocupadas", respondió Flores ante la observación. Hace unos meses contó que Esteban le comunicó "doctora esto (por la Unidad), se cierra". Señaló que frente a la decisión, que dijo es avalada por el ministro de Salud, Roque Mascarello, mostraron con estadísticas que el de desintoxicación es el tercer servicio con mayor cantidad de internación y atención.
Por reuniones que hicieron entre médicos es que se dieron con que la del viejo Milagro, es la única que funciona con tantas camas dado que la segunda es la del Materno Infantil, en donde se atiende a chicos y chicas de hasta 15 años. En esa entidad, detalló Flores, se cuenta con solo dos camas destinadas a la desintoxicación.
