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Moreno dio esta información en un comunicado que difundió a través de la red social Facebook, en respuesta al pedido de la Asociación de Derechos Humanos Lucrecia Barquet, HIJOS Salta y la Agrupación Oscar Smith para que Zigarán renunciara a su cargo, por haber reivindicado el terrorismo estatal y al dictador Jorge Rafael Videla.
A pesar que informó haberlo desplazado de su cargo, el intendente defendió la actuación de Zigarán.
“La postura del municipio que represento ha sido siempre clara en el sentido del respeto irrestricto a todos los derechos y las garantías que amparan tanto la Constitución Nacional como la provincial, en particular en cuanto hace a la libre expresión”, sostuvo. Aunque en realidad las organizaciones de derechos humanos le recriminan a Zigarán haber caído en apología del delito al reivindicar acciones criminales.
Ejercicio de libertad de opinión
Moreno reseñó que estas organizaciones y particulares vienen exigiendo desde la expulsión de su puesto de trabajo de Zigarán por una publicación en su muro de Facebook sobre la dictadura militar. “En primer lugar, cabe advertir el carácter personal de dicha publicación que no ha sido efectuada ni en razón ni en circunstancias relativas a su trabajo en este municipio; luego, que el señor Zigarán ha sido desplazado de su cargo en razón de su imprudencia”, sostuvo el jefe municipal.
“Así es que no se hará exclusión de su trabajo ni del señor Zigarán ni de ningún otro empleado de este municipio en razón de sus ideas, sino al riesgo de sentar el peligroso antecedente de que la forma de pensar pueda ser motivo de perder el trabajo”, añadió; dijo que esto provocaría una “caza de brujas” sobre quienes no piensen como el Ejecutivo municipal. Aseguró que en su gestión trabajan para todos los vaquereños sin mirar “cómo piensa este o aquel vecino”.
"Pidiendo cabezas de ciudadanos"
Asimismo, consideró que el pedido de los organismos de DDHH es de “carácter político” y con estas acciones “no vienen sino a distraer el normal desarrollo de nuestra tarea”.
En el mismo tono, estuvo a un tris de calificar de ociosos a los militantes de derechos humanos: “Nos congratula que tengan el tiempo para poder desplazarse hasta este municipio y deambular por las oficinas entregando notas y pidiendo cabezas de ciudadanos, esto nos hace pensar en que son personas de buen pasar económico y no precisan trabajar”, sostuvo antes de insistir en que lo de Zigarán fue ejercicio de libertad de opinión y afirmar que “las disputas políticas” deben ser “canalizadas por los estrados judiciales”.
