Luego de casi tres semanas de paro por tiempo indeterminado y de chicanas por parte del Ejecutivo municipal a cargo de Fernando "Kila" Gonza, ayer la Municipalidad accedió a devolverles sus trabajos a Cabezas y Aragón en contratos laborales por cuatro meses con obra social y sin reconocimiento de la antigüedad. Accedió también a no descontar los días de paro, como se había anunciado.
Así Cabezas continuará prestando servicios en el comedor municipal bajo las órdenes de la encargada del comedor, Gladys Borja, de acuerdo a las necesidades del servicio. En tanto Aragón cumplirá funciones en Obras Públicas.
El municipio acordó abonar los salarios caídos equivalente al 50% de mayo y junio, tanto a los cesanteados como a los que participaron del paro desde el 10 de julio hasta ayer.
Tras una tensa espera ante la promesa del Ejecutivo de reincorporar a los trabajadores si Cabezas cumplía con los estudios médicos que corroboraran su embarazo de riesgo y de cinco meses, y luego desestimarla, el miércoles la trabajadora inició una huelga de hambre, la que tuvo que suspender por una descompensación.
Ese mismo día, ante la situación de Cabezas justo al cierre de la jornada municipal, Rogelio Higinio Guaymás, se acercó ante los manifestantes y prometió que a primera hora de la mañana acercaría al Ministerio de Trabajo una nueva propuesta.