De acuerdo a un comunicado del arzobispado, ayer un tribunal de la arquidiócesis reconoció que las acusaciones que pesan contra el sacerdote son ciertas, por lo que lo condenó a la pena máxima de la iglesia que es la pérdida del estado clerical.
“La Arquidiócesis quiere, en primer lugar, pedir perdón a Dios nuestro Señor, a las víctimas y a toda la sociedad por el escándalo y el daño causado por un sacerdote de nuestra Arquidiócesis a menores confiados a su cuidado. Así mismo, en medio del dolor y la vergüenza, quiere agradecer a todos los que se animaron a denunciar en sede judicial estos crímenes”, cita el comunicado.
Asimismo, señala que monseñor Mario Cargnello se comunicará personalmente con las personas involucradas y abordará de modo personal la necesidad de reparar el daño ocasionado.