La entrega del nuevo documento “fue una fiesta” para la familia, contó la madre, Graciela Puchetta.
“Salimos de ahí y nos juntamos con los chicos y chicas que también nos están acompañando en este proceso, que son los Varones Trans de Argentina y las Mujeres Trans de Argentina, y estuvimos todos reunidos brindando por el documento de Tiziana” (nombre ficticio para proteger su identidad).
Pucheta recordó que si bien para el padre “fue difícil”, “obviamente desde el amor y desde la comprensión y desde que ella se planta y le dice papá vos me tenés que aceptar como soy, cambió y entendió”.
El trámite de cambio de documento comenzó hace un mes, por decisión de la propia niña, que quería tener el pelo “un poquito más largo” para la fotografía que iría en su documento.
Puchetta contó que tuvieron una primera cita con el titular del Registro Civil, Matías Assenato, quien les explicó las pautas que tenían que seguir. “Presentamos el escrito de la representante legal que es el abogado del niño” y a los 3 o 4 días ya estaba la partida de nacimiento rectificada y ese mismo día se iniciaron los trámites.
En cambio, en la escuela donde cursa la primaria tuvo que dar una lucha para que su identidad autopercibida sea reconocida: “Fue muy duro en la escuela todo lo que vivimos, porque no se aceptó que se cambiara su nombre en el registro” y recién se logró con charlas, contó.
Nadie le podrá discutir
La madre de Tiziana explicó que obtener el DNI es “importante”, porque “para ella significa que ya nadie le puede discutir que se llama Tiziana”, nombre que ella misma eligió.
La nena sigue cursando en la misma escuela, donde algunos compañeros respetan y acompañan su decisión y otros no están de acuerdo, pero igualmente la respetan, relató su madre. Algo similar ocurre en la familia, con algunos hermanos el vínculo es bueno y con otros no.
“Es cuestión de que ya más adelante entiendan y puedan respetar la decisión de mi hija y lo que siente”.