“Celebramos la aprobación de esta ley que va a dar solución en parte a muchas familias pero seguimos en deuda con el autocultivo, que es lo que se viene pidiendo desde las organizaciones civiles, una reglamentación que de un marco de legalidad a la actividad que realizan muchos cultivadores y asisten a muchos usuarios terapéutico, porque la ley de estupefacientes los va seguir criminalizando como cualquier narcotraficante y eso no se consideró”, indicó Hugo Lagos, miembro de la entidad.
Aseguró que en la ley provincial que se aprobó en diciembre, no se contempla el auto cultivo, pero si prevé un registro de usuario el que aún no se implementó. “Se tendrá que explicitar las razones del cultivo de manera anónima que quedará registrado en los ministerio de Salud y Seguridad. Buscamos evitar la violencia institucional y judicial que genera la ley actual”, señaló.
Por su parte Erica Jansen, madre de un nene con autismo, planteó que “la ley aprueba el uso y comercialización del aceite que no sirve para todas las patologías. A mi nene no le sirve este aceite. Por eso necesitamos el cultivo colectivo, porque vamos compartiendo y probando cual es el que necesita cada uno que no es el que se comercializa. Si bien es un avance para nosotros falta mucho por hacer”.