El símbolo de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo que tanta polémica causó tras ser pintados, despintados y vueltos a pintar en el sitio que conmemora el lugar en el que el general Martín Miguel de Güemes fue herido, tuvo también lo suyo entre los funcionarios de la comuna salteña.
El medio gráfico de la zona sur había indicado que desde la Secretaría de Medio Ambiente de la Municipalidad, a cargo de Gastón Galíndez, habían salido a afirmar que los pañuelos iban a ser quitados.
Desde la misma Municipalidad se envió luego una aclaración asegurando que había existido “un mal entendido”, dado que el director general de Espacios Verdes, Sebastián Goytia, había salido a decir que “todo monumento dañado, vandalizado o ensuciando por diversas situaciones deben ser vueltos a su estado normal mediante tareas de repintado o redacciones”.
Pero se indicó que “nunca dijo que los pañuelos pintados en el monolito dónde fue herido el General Güemes serán borrados por la Municipalidad. Además esas tareas de infraestructura son competencia de (la Secretaría de) Obras Públicas”, indicó el pequeño comunicado aclaratorio.
Al conocer sobre ello, Nuevo Diario se comunicó con el titular de Obras Públicas, Wanny Caramella, quien con una respuesta más que corta dejó en claro que lo de la pintada de los pañuelos se encuentra fuera de su área, y que eso correspondía a “espacios públicos”.
El sector, así como lo denominó Caramella, corresponde a la Dirección de Inspecciones Comerciales. Nicolás Avellaneda, titular de la dependencia, indicó que él solamente está a cargo de espacios públicos cuando se trata de actividades comerciales. Pero quien debe hacerse cargo de lo que pase en otros ámbitos sería, a su entender, la dirección a cargo de Goitya.