En su lugar estableció que se dispongan seis días de suspensión sin goces de haberes a fin de cumplir con lo establecido por reglamento. La docente, por su parte, indicó que apelará la sanción establecida por entender que es persecutoria y en contra de los trabajadores.
La historia de Nava comenzó en 2014. En aquel año, por decisión del ex ministro de Economía Axel Kicillof, se generó una devaluación del 30% del peso respecto del dólar.
La situación generó que el poder adquisitivo de los salarios sea menor y asi quedaron desfasados los acuerdos salariales que ya habían sido firmados con el Frente Intergremial Docente.
Comenzaron las medidas de fuerza y lograron una recomposición. Pero el sector de Tribuna Docente continuó con las medidas razón por la cual se decidió ir por un fondo de huelga.
Fue entonces que Nava, docente de la escuela 4042, Cuarto Centenario de la Fundación de Salta de Santa Ana 1, comenzó a ofrecer los bonos contribución. La directora de la escuela la denunció indicando que lo hacía por beneficio propio.
Ante ello, desde Educación se inició un sumario en el cual desde el departamento jurídico se establecía que correspondía la cesantía. Esto implicaba que la docente deba quedar sin trabajo por cinco años, y a los 60 vuelva a estar frente a un aula.
La posible situación la perjudicaba en tanto Nava cuenta con 32 años de antigüedad y por su edad (55 años), sólo le restaban dos años para jubilarse.
"A la luz de las faltas comprobadas y de las circunstancias que han rodeado al caso, la sanción aconsejada en las conclusiones sumariales aparece como desproporcionada, más aún considerando que la docente investigada no registra sanción alguna en su carrera docente, conforme lo reflejado por el informe de situación de revista incorporado en autos", indica la decisión final de Berruezo antes de establecer que ante ello, sólo correspondían los 6 días de suspensión "a la maestra titular con ascenso a vicedirectora suplente".
Conducta militante
"No puede existir dentro del aparato educativo estatal educadores que estén sindicados como militantes en contra del aparato estatal y mucho menos permitir que esto les sea transmitido a sus educandos", decía el dictamen original al hablar de Nava por su actividad gremial.
Berruezo, por su parte, indicó que hubo conductas “indecorosas y repudiables que no son propias de un agente público y mucho menos la de un docente”.
A ello agregó que los bonos contribución fueron también vendidos por otros docentes sin que ello haya implicado que se dispongan “sanciones expulsivas”, al momento que se “acreditó el ofrecimiento a los alumnos”, no fue compulsivo ni afectó la función educativa.