Esta dolencia es la segunda causa de muerte y la primera de discapacidad en adultos. sí lo explicó la integrante del Servicio de Neurología del Hospital San Bernardo, Gabriela Orzuza, en un desayuno de trabajo con periodistas.
Al especificar sobre esta aflicción, la médica indicó que el ACV isquémico es una obstrucción de una arteria cerebral, que puede ser pequeña o grande.
Explicó que cualquier arteria que se obstruya puede, mediante un tratamiento con una droga (llamada actilyse o rtPA) que se inyecta de manera intravenosa, lograr desobstruir, disolver ese coágulo y de esa manera mejorar los síntomas del paciente.
Sin embargo, advirtió que la rapidez de la detección es importante, porque este tratamiento sólo puede hacerse dentro de las 3 horas a partir del momento en que la persona sufre el ACV; en algunos casos puntuales este tiempo puede estirarse hasta 4 horas y media. “Por lo que mientras antes se haga, mejor para evitar daños, de esa manera se recuperan más neuronas”, sostuvo Orzuza.
Reconocer los síntomas del ACV
Para realizar una detección y atención efectiva se indicó que es imprescindible reconocer los síntomas de un ACV.
En este punto la especialista señaló que mucha gente “sale corriendo”, cuando tiene dolor de pecho temiendo que se trate de un paro cardíaco. Añadió que, sin embargo, cuando se trata de ACV no ocurre lo mismo.
Ante ello, sostuvo que es preciso estar atentos a los síntomas de la aflicción que se manifiesta con debilidad o adormecimiento de un brazo, una pierna o la mitad de la cara; confusión o dificultad para hablar o entender; problemas para ver con un ojo o ambos; pérdida del equilibrio o de coordinación; dolor de cabeza muy intenso.
Todos estos síntomas, además, se presentan de forma súbita, de golpe, de un momento a otro. Por lo que hay que llamar de inmediato a emergencias aún cuando los síntomas hayan desaparecido.
Personal bien entrenado
Al hablar del tratamiento que se brinda en el Hospital ante la aparición de estos casos, Orzuza sostuvo que “lo que se ha demostrado con esa droga... es que no solamente mejora los síntomas del paciente inmediatamente, sino que a los tres meses (...) esa persona está mucho más reincorporada a sus tareas habituales que los pacientes que no recibieron este tratamiento”.
En cuanto a las condiciones que brinda el Hospital, la médica indicó que “para realizar este tipo de intervención, se requiere de una infraestructura importante y de un recurso humano bien entrenado, ya que se necesita la valoración general, la presión, los signos vitales y la valoración de un neurólogo especializado y entrenado, porque al ser tan específico se puede incurrir en errores de tratamiento y como es una droga que rompe el coágulo, se puede generar más daño al paciente, como por ejemplo, los sangrados cerebrales”, advirtió.