La manifestación se convocó para pedir por la paz en Siria, y denunciando “la agresión de(l presidente de los Estados Unidos, Donald) Trump, sus aliados, junto al cómplice silencio de la ONU”.
La entidad convocante denunció también “la injerencia en los asuntos internos del país, basada en un supuesto uso de armas químicas por parte del gobierno del presidente Bashar al-Ássad”, que en realidad “es la excusa para llegar a invadir” a Siria, como “lo hicieran con Irak”.
“Recurriendo al pretexto de proteger al pueblo sirio, despojan al mismo de sus derechos fundamentales a la vida, a la paz, a la libre determinación”, sostuvo la Asociación “Coca Gallardo”.
A la convocatoria adhirió la Asociación de Derechos Humanos “Lucrecia Barquet” y otras organizaciones y ciudadanos.
La marcha se realizó en pleno centro y frente al Cabildo se hizo una quema de las banderas de los países agresores.
Se explicó que la quema de las banderas no era una crítica a los pueblos de esos países, sino a sus gobernantes, que impulsaron el último bombardeo a Siria, que dejó al menos 9 muertos.
En febrero otro bombardeo estadounidense había provocado al menos 100 víctimas fatales en Siria.
La movilización de la víspera se hizo también en rechazo a la posición del gobierno de Cambiemos, dado que el presidente Mauricio Macri apoyó “la ofensiva del imperio contra Siria y su pueblo”.