En su discurso directo, Cargnello marcó posición sobre lo ocurrido a la nena que quedó embarazada tras ser abusada reiteradamente por la pareja de su madre. El caso tuvo repercusión nacional y dio pie a que el Gobierno provincial adhiera al protocolo nacional de aborto no punible.
"Por eso la Iglesia no puede no defender la vida. Debe proclamar su valor, desde la concepción hasta la muerte natural. (…) En el debate instalado en nuestro país se han escuchado muchas y diversas voces. La Iglesia se ha presentado respetuosa de las opiniones (…). Dos periodistas se manifestaban indignadas por la decisión de la niña abusada de proseguir con su embarazo hasta recibir en sus brazos a la criatura que nazca de su seno y dejan entrever su sospecha de una presión de parte de algún cristiano que condicionaría la decisión asumida", dijo Cargnello.
Luego agregó: "si la niña asume desde la fragilidad de sus pocos años una decisión así, ¿es más o menos libre? La historia es testigo de tantos gestos heroicos de niños que hicieron callar a poderosos de turno. ¿Por qué negarle esa capacidad a nuestra comprovinciana? ¿Porque es pobre? Acompañémosla respetando su decisión, ahora y cuando lo necesite. Eso es humanizar los vínculos, apoyar a los que necesitan".
Educación religiosa
Monseñor además disparó sobre el fallo de la Corte Suprema y la implementación de la educación religiosa en las escuelas que indica que debe ser dictada fuera del horario de clases y apeló al "principio de razonabilidad".
Finalizó diciendo: “una cuestión que ha suscitado preguntas en familias y educadores es la siguiente: ¿Qué responder a la invitación que reciben las escuelas de la ciudad y algunas del Valle de Lerma para participar en las fiestas del Milagro?", analizó.
Por último sostuvo que “todo lo dicho me impulsa a pedir a los que nos ven como una amenaza a la libertad, que no tengan miedo. Queremos ser parte de una sociedad que respeta a todos, que promueve la libertad y la dignidad de todos. No nos discriminen. Me permito llamar a los docentes de enseñanza religiosa a redoblar su esfuerzo formativo en pos de mostrar en el aula, en la vida comunitaria de la escuela y delante de los niños y sus padres que la educación religiosa ofrece a los niños un elemento esencial para su formación y para su desarrollo personal, que les ayuda a alcanzar una armonía vital y favorece el de-sarrollo de la responsabilidad personal y social, así como de las demás virtudes cívicas. Insisto una vez más en comprometer a los padres católicos para que pidan el ejercicio de este derecho para sus hijos; forma parte de los compromisos de nuestra fe”.