Los empleados que hasta los '90 formaban parte de la estructura de Salud en el estado provincial, se encargan de los servicios generales de los hospitales públicos de la capital salteña (cama, cocina, mantenimiento).
Pero luego, se decidió privatizar los servicios creando contratos con las empresas Todolim, Cocirap y Trabasani, identificadas con el actual diputado provincial Abel Ramos, a su vez en aquel y en este momento, secretario general de ATSA.
Cerca de dos décadas el servicio estuvo en manos de las empresas privadas con denuncias mediante. Luego, las empresas fueron pasadas a la Fundación Trabajo y Solidaridad, pero sólo cambiaron de nombre y forma jurídica, no así de manos.
Tras una auditoría que exhibió los incumplimientos de la Fundación, y la lucha que habían iniciado algunos trabajadores, es que el gobierno de Urtubey decidió devolver a los empleados su calidad de agentes estatales.
"El compromiso era que se nos iban a respetar los beneficios", dijo Néstor Guaymás a Nuevo Diario, al denunciar que muchos de los empleados tienen entre 15 y 20 años de antigüedad, pero no tienen reconocimiento de este ítem.
Agregó que por ahora el reconocimiento de la antigüedad es sólo de un año, o sea desde el momento que ingresaron al Estado.
A ello sumó el hecho de que todos los trabajadores se encuentran con designación temporaria. "Esto implica que en caso de fallecimiento de uno de los trabajadores, su familia queda sin siquiera una pensión", dijo Roxana Ramírez, otra de las empleadas que se manifestaron.
Agregó que muchos de sus compañeros, de hecho, están diagnosticados con cáncer, y esta situación los empieza a preocupar.
Pago por productividad
Otro de los reclamos de los trabajadores pasó también por la necesidad que se equipare el pago por productividad. Y es que mientras en Hospitales como el San Bernardo los agentes cobran 3000 pesos cada tres meses, en el Ragone o en el viejo Milagro, apenas si llega a ser de 600 pesos. Mientras esperan respuestas los trabajadores decidieron seguir adelante con medidas todos los jueves.
Ropa de trabajo
Por otra parte, los trabajadores reclamaron también por la ropa de trabajo para realizar sus tareas. Y es que dijeron que la mayoría de la vestimenta para trabajar en lugares en donde hay situaciones de insalubridad y posible contagio (más ellos, que son quienes deben higienizar los hospitales), deben costearse su uniforme.