En la manzana 333 casa 4, duerme una mujer con dos hijos y un nieto con discapacidad, sobre ropas y un raído colchón.
La pobreza extrema y la angustia de Manuela, una madre de 12 hijos, dos de ellos con discapacidad, llamaron la atención y la solidaridad de María Rosa, presidente del centro vecinal de Convivencia, quien se puso en contacto con Nuevo Diario para que la situación y el olvido del Estado se conozcan.
Manuela, vive actualmente con tres de sus hijos, Ramiro de 12 años que tiene distrofia muscular; Nazarena de 8 que tiene retraso madurativo, un hijo adolescente de 17 y Micaela de 16 años que tiene dos niños, uno de dos años con discapacidad y una bebé de un año.
En un dormitorio de bloques, que tiene algunas aberturas en el techo, la mujer puso una cama de dos plazas un colchón que escasamente supera los 10 centímetros de alto y que es rellenado con ropa para que Ramiro duerma lo más cómodo posible, y una cucheta que directamente carece de colchones y se duerme sobre ropa.
En el dormitorio siguiente hay otra cucheta también sin colchones. Delante de la casa hay otro dormitorio sin puertas en donde dormía Micaela con sus niños, lugar que ya no es ocupado debido a que tiempo atrás le robaron lo poco que tenía.
Toda la casa es de piso de tierra a excepción de la cocina que fue construida por el IPV como un módulo habitacional. Mariela asegura que no conectó el gas de red porque la cocina no cumplía con las condiciones mínimas y además no disponía del dinero para la instalación.
Ante esta precaria situación desde el centro vecinal gestionaron colchones y bolsones para la familia en la Cooperadora Asistencial, sin que hasta el momento tengan respuestas. Manuela asegura que no quiere reclamar mucho “por miedo a que realmente no la ayuden”, a pesar del tiempo transcurrido desde el inicio del trámite en el organismo asistencial.
El caso de Micaela. La joven madre se encuentra en una difícil situación debido a que además de estar a cargo de dos niños, uno con discapacidad, desde el Anses le aseguraron que no puede recibir la Asignación Universal por Hijo (AHU) debido a que es menor de edad.