Así surge del informe oficial que dio a conocer la Dirección de Epidemiología de la provincia. El informe se realizó en base a las estadísticas y contiene detalles sobre la incidencia de la enfermedad de Chagas en la población salteña.
El documento trata, entre otras cuestiones, la vigilancia intensificada de la enfermedad en zonas endémicas del territorio provincial; acción que inició en el año 2010 para el componente no vectorial de la enfermedad, es decir los casos de transmisión congénita.
En el periodo comprendido entre 2010 y 2017 fueron estudiadas 250.000 embarazadas. De ese total, al menos 10 mil muestras fueron positivas para la enfermedad.
En el mismo periodo, se estudiaron 10.402 niños menores de 18 meses, hijos de madres chagásicas, cuyos resultados arrojaron un promedio de infección connatal del 3%. Se trata de niños que contrajeron la enfermedad por vía placentaria.
Otro de los grupos estudiados dentro de este periodo de vigilancia fue el comprendido entre 1 y 19 años, entre los que se estudiaron más de 80 mil personas, con una prevalencia de casos positivos de entre el 2 y el 3 %, dependiendo del grupo etario.
En este marco, reciben tratamiento específico 632 menores de 15 años y 200 comprendidos en otras fracciones de edad.
En el comunicado oficial que surgió desde el Ministerio de Salud se mencionó que desde la Provincia se efectúa un seguimiento pormenorizado de todos los pacientes agudos, es decir de aquellos casos en los que se detecta efectivamente la presencia del parásito en sangre.
Sin casos de chagas vectorial
Desde la Dirección de Epidemiología se afirmó que en la provincia no se detectaron casos de Chagas vectorial agudo desde el año 2007. Esto quiere decir que desde hace 11 años no hay transmisión directa del tripanosoma cruz y desde la vinchuca al humano. Se afirmó que ello es resultado del fortalecimiento de las medidas de erradicación de la vinchuca, que es el insecto vector, transmisor de la enfermedad.
El tipo de casos que existen en la provincia son los llamados chagásicos agudos congénitos, es decir, que la enfermedad fue transmitida de la madre enferma al hijo. "Salta redujo los casos de madres embarazadas portadoras del parásito en sangre del 4% al 2%", se aseguró.