Según informó, el personal de seguridad del boliche no sólo no ayudó a socorrerlo, sino que luego su hermano recibió una amenaza aparentemente proveniente del ámbito del boliche. Luciano Basualdo fue agredido por otros dos jóvenes a la salida de La Roka el último sábado de madrugada. Sufrió convulsiones en el lugar y doble fractura de mandíbula.
Basualdo contó que a la salida del boliche, en el patio delantero, mientras esperaba a sus amigos, se le acercaron dos personas y le pidieron un cigarro. Les dijo que no tenía y lo golpearon ahí mismo: “Desde ese momento no me acuerdo nada más hasta el otro día que me desperté en el hospital así”, dijo en referencia a la doble fractura de mandíbula que sufrió y que requiere una intervención quirúrgica urgente.
El joven no pudo identificar a su agresor, pero hizo una denuncia en la Comisaría de Villa Palacio contra el boliche La Roka, cuyos guardias no le prestaron ayuda alguna, a pesar que presenciaron el acto de violencia.
Total desinterés del boliche
“Nadie (del boliche) se preocupó por mí. Mis amigos tuvieron que ayudarme mientras convulsionaba y llamaron una ambulancia. Los patovicas vieron todo y ni uno solo se acercó”, sostuvo el joven en declaraciones que publicó inicialmente el portal digital +info y que difundió su familia.
Como resultado de esa golpiza, el joven tiene doble fractura de mandíbula y le urge una operación porque deben colocarle placas de platino y clavos. Según le dijeron sus médicos, la recuperación sería de aproximadamente 4 meses.
Piden turno en el hospital público
Miembros de la familia expresaron su preocupación por la situación en la que se encuentran, dado que hasta la víspera no había podido asegurarse un turno para ser operado en el sistema de salud pública, aunque se acordó que hoy se tratará de darle una solución acorde a la urgencia.
Basualdo, que es monotributista, está imposibilitado de trabajar, ni conseguir los insumos para la operación. Y sólo puede ingerir comidas con un sorbete. La familia contó además que tras denunciar el hecho y difundir públicamente su caso, subieron una publicación a Facebook y uno de los comentarios que recibieron fue: “Si es que siguen hablando del tema la van a pasar mal”, un mensaje que creen que viene del ámbito del boliche.