Todo comenzó con el ingreso a la playa privada de Aguas Blancas, donde llegan los bagayeros, de un bagayero que pasa en un gomón mercadería por el río Bermejo. El hombre huía de efectivos de Bolivia quienes exigian sea entregado porque estaba identificado, y había golpeado con una cadena a un policía boliviano.
Como es de suponer se les aclaraba que se trataba de territorio argentino donde no tenían ingerencia. Esto motivó que la policía boliviana cortara el paso de los gomones desde Bermejo, hasta que Gendarmería entregara al agresor lo que no ocurrió durante toda la jornada.
A esa situación se le sumó el reclamo de los bagayeros para que les devuelvan los bultos decomisados durante la semana. Conforme pasaban las horas la tensión aumentaba hasta que se acordó mantener una reunión, con autoridades de Gendarmería que le manifestaron que la mercadería decomisada no se recupera, según confirmó al diario El Oranense. En el resto del día los bagayeros se agruparon en la playa privada que tienen a 300 mts del puesto 28.
El tema derivó en el reclamo a la Gendarmería teniendo en cuenta que al suprimir Bolivia el paso para los gomones, analizaron la posibilidad de recorrer un paso alternativo, pero se complicó cuando advirtieron que en el portón se había colocado un candado. En el sector alternativo por otra parte los que se arriesgan a utilizarlo, son víctimas de “mejicaneadas”
“Antes había seguridad privada cuentan algunos pasadores- al diario oranense- que cuidaban de los robos, pero de repente desaparecieron y no se sabe por qué y mucha gente está molesta, en el camino y en la playa privada vas a ver gente con armas y con cuchillos dispuestos a cuidar sus lonas contra todos los que quieran robarles”, sostuvo una fuente consultada por el diario digital
Ayer se vivió una situación particular cuando un grupo de mujeres paró un colectivo, y acompañadas por un hombre armado, revisaron los bolsos en búsqueda de la mercadería que días antes le había sido robada a una mujer.
