Araceli Fulles sufrió "un estrangulamiento a lazo", según las primeras conclusiones forenses a las que arribaron los peritos que realizaban la autopsia en la morgue del Hospital Carrillo. El cadáver, completamente desnudo, fue hallado en posición decúbito dorsal, con las extremidades inferiores flexionadas hacia atrás.
Efectivos de la Policía Científica de la Bonaerense secuestró elementos de interés pericial trabajan en la vivienda donde se produjo el hallazgo, en José León Suárez, provincia de Buenos Aires.
Los investigadores quieren establecer si la casa de Alfonsina Storni fue el lugar del crimen o si, como se sospecha, la chica pudo haber sido asesinada en otro lugar y llevada allí para ocultar su cadáver.
Araceli tuvo contacto con su familia por última vez el domingo 2 de abril a las 7 de la mañana, cuando le envió un mensaje a su madre, Mónica Ferreyra, diciéndole: "Vieja, prepará las cosas para el mate que estoy yendo para casa", lo que nunca ocurrió.
Tras la denuncia de la familia de la joven, los investigadores siguieron varias pistas sobre lo ocurrido y el 18 de abril último los perros rastreadores hallaron un monedero y un neceser de la joven en las calles Lynch Pueyrredón y Vicente López, en Villa Ballester, a unos 3 kilómetros de la casa de la calle Storni.
Darío Badaracco quien estaba prófugo y es el principal sospechoso del crimen de Araceli Fulles. Este hombre, el dueño de la casa donde apareció el cuerpo sin vida de la joven, fue reconocido por una vecina en las inmediaciones de la villa porteña 1-11-14 alrededor de las 22 de anoche, cerca del puesto de Gendarmería de Cobo y Curapaligüe, en la entrada de la villa ubicada en el barrio de Flores. Personal de Gendarmería fue advertido de la situación y procedió a detenerlo. Ahora, fue alojado en la Comisaría 38 y, desde allí, trasladado a última hora a la alcaldía de los Tribunales de San Martín, donde hoy sería indagado por el juez de la causa.
Nancy González, la vecina que lo identificó, explicó a A24 que cuando la policía detuvo a Badaracco "lo puso contra la pared y él no hizo nada ni dijo nada. Se quedó quieto, duro", expresó. Y agregó: "Pienso que soy una corajuda porque estoy embarazada y me podía hacer algo. Él tenía una bolsa en la mano, Gendarmería dice que de ahí sacó un corpiño, lápiz labial y pertenencias de mujer. Cuando le ví la cara me puse a llorar".
La fiscal de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 de San Martín, Graciela López Pereyra, había ordenado su detención y hasta ahora no había podido dar con él. La Policía sabía que era el último hombre que había visto con vida a Fulles e incluso que habían tenido sexo horas antes de la desaparición.
Además de Badaracco, también habían sido detenidos con anteriorirdad Jonathan y Emanuel Avalos, hermanos de 29 y 25 años respectivamente; Marcos Ibarra, de 32, y Carlos Damián Alberto Cassalz, de 35 -el dueño del corralón donde trabajaba Badaracco-, quienes están siendo investigados por homicidio agravado.