Todo ocurrió en Misión El Chañar, al sur de Morillo. En medio de la batahola, a uno de los uniformados le sacaron su arma reglamentaria, la que luego fue recuperada.
Cinco personas fueron demoradas por el incidente, pero la fiscal de turno decidió sólo la identificación simple y la libertad.
Según el informe el lunes pasadas las 23, tres efectivos policiales, dos hombres y una mujer, que patrullaban la zona al ver que los jóvenes bebían alcohol y molestaban a los vecinos, les pidieron que abandonen el lugar.
Eso fue motivo para que los uniformados fueran agredidos. En medio de la gresca, los revoltosos logran quitarle el arma reglamentaria a uno de los efectivos y hacer disparos.
Pese a los refuerzos éstos también fueron agredidos y se suman otros aborígenes para evitar la demora de las personas.
Finalmente personal de Infantería de la Unidad Regional del Departamento San Martín logro controlar la situación.