Los hombres de 33, 42, y 64 años estaban dedicados a cometer delitos contra la propiedad utilizando inhibidores de alarmas, “modus operandi” que pusieron en marcha en al menos 3 hechos.
Una minuciosa investigación que duro al menos 25 días, concluyó con cuatro allanamientos librados por el Juzgado de Garantías 2 de Salta, en relación a delitos que al bloquear a las alarmas facilitaban la sustracción de pertenencias de las víctimas desde sus vehículos, sin que se ejerciera violencia que llamara la atención.
Como resultado de trabajo de investigadores, se secuestraron inhibidores de alarmas, cerca de 5 mil dólares, 10 mil pesos argentinos, 37 pilas de cocaína, que significan casi 650 dosis, varias guitarras, herramientas de medicina, teléfonos celulares, una amoladora, varios bolsos y mochilas que pertenecerían a las víctimas.
De esta manera los demorados y el secuestro quedaron a disposición del magistrado interviniente. Esta modalidad delictiva permite al ladrón aprovechar el descuido del propietario del vehículo.
Los automovilistas piensan que dejan seguro el vehículo con su llave codificada, sin embargo estos inhibidores permiten bloquear el accionar de la alarma.