Parte de su halo mágico tiene que ver con que estos túneles solo pueden contemplarse una vez al año, en el verano, y durante poco tiempo, hasta que el calor los derrita.
La nieve se acumula durante el año y al estar al resguardo del sol se va descongelando de manera inversa, de adentro hacia afuera. De este modo forma los conductos de hielo que están a 1.900 metros sobre el nivel del mar.
Clarín HD
Cómo es la excursión
Para conocer esta maravilla natural hay que contratar una excursión a través de una agencia de viajes. Desde Esquel hay que viajar unos 50 kilómetros hasta el camino que asciende al cerro La Torta, donde están los túneles.
Y allí comienza la travesía en 4x4: tras una hora de recorrido por paisajes increíbles, se llega hasta el punto más alto del bosque y comienza el trekking bordeando el arroyo Irigoyen. La llegada a la cascada en la base del cerro marca la puerta a los corredores de hielo.
La excursión es de dificultad media, dura seis horas y cuesta $ 1.500 por persona.
Dónde informarse: www.esquel.tur.ar