Sus primeras armas en un estudio de radio la reciben bajo el seudónimo de Delia Morán. Tras rendir una prueba en la emisora, la única AM, que buscaba voces femeninas para incorporar, resultó seleccionada; asi comenzó con el programa Especialísimo, de Bruno Iezzi.
A partir de allí, la dicción, su fonética, y sobre todo la capacidad de leer, la llevaron a ir ganando espacios.
LV9 Radio Salta comienza a contarla entre su staff como locutora de turno, además de participar en los programas que se emitían.
Uno de ellos fue Memoria de los pueblos, del recordado Bucky Rodríguez, con quien compartió la animación de festivales folclóricos, entre los que se destacan la Serenata a Cafayate y el Festival Latinoamericano del Folclor, además de aquellos que los distintos pueblos comenzaban a programar. Trabajó en Radio Nacional, Canal 11, AM 840, FM Aries, Radio Provincia.
Siempre mantuvo el vínculo con el programa Especialísimo, al que se reincorporó en 2003 hasta 2005, año en el que ingresó a la Secretaría de Prensa del Gobierno de la Provincia, donde se jubiló en 2017.
Este mes retornó a su "primer amor radial", el programa "Especialísimo", donde conduce un espacio dedicado al folclor en la radio FM Omega.
Vigente por su sapiencia, por su “don de gente” pero sobre todo por el respeto al oyente, al que nunca defraudó y el que la sigue y la reconoce hoy como una “trabajadora del micrófono del alma”.
Dejó la docencia por la locución
A la hora de las anécdotas, Juanita recordó que "la locución es mi vocación más fuerte, por eso dejé la docencia, que también me apasiona”. Y eso quedó demostrado cuando trabajando para tres medios de comunicación, al mismo tiempo, debió decidir si continuaba con su cargo de docente. “Fue una decisión difícil, pero opté por la locución”, dijo a Nuevo Diario.
"En la época que comencé la carrera de locutora había muchas exigencias, tanto en la radio, la televisión, como en la autoridad competente en radiodifusión. Completé todas las etapas hasta obtener el carnet de Locutora Nacional otorgado por el Comfer (Comité Federal de Radiodifusión) a través de un examen en la Universidad Santo Tomás de Aquino, en Tucumán”, agregó.
-Delia Morán fue el seudónimo con el que inició su actividad, pero ¿quién lo decidió?
“En mis comienzos los locutores todavía usaban seudónimos. A instancia de Bruno Iezzi se me adjudicó el nombre Delia Morán, pero con el tiempo se fue perdiendo, ya que en la radio y en todos los ámbitos siempre fui Juanita”, recordó.
Las equivocaciones en locución se conocen como furcios, y por supuesto no estuvo exenta, al ser “de pura cepa”.
"Los locutores cometemos furcios. Uno de los más graciosos fue generado por el cuidado que teníamos al leer textos, respetando estrictamente los signos de puntuación y los acentos.
Cierta vez, al leer un texto del poeta José Gallardo, traté de poner todo el esmero, pero al llegar a la palabra púlpito, le faltaba el acento y la leí como estaba escrita: pulpito… En lugar de referirme al balconcillo de una iglesia me salió el diminutivo de pulpo…lo que provocó la risa de todos en el estudio”, recordó.
Con un hijo y una vida que siempre la ligó a los medios, hoy define que los mejores recuerdos están en esa actividad. “Guardo los mejores recuerdos de los medios donde trabajé, he tenido la suerte de cosechar amistades valiosas y de conocer personajes inolvidables”.
Dueña de una trayectoria que la llevó a debutar en pleno mundial 78, con estudios llenos de personas, lo que agregaba nerviosismo a la hora en la que se prendía la luz roja con la inscripción “AIRE”, momento en el que no debía volar una mosca.
Así recuerda su trabajo junto a profesionales reconocidos como Carlos Skaf, Martín García, Luis Armando Salcedo, Martín García, Marcelo Armando Hoyos, Magda, Julia Montanari y Mary Gervino entre muchos otros.
