Reconocido como “un luchador por la restitución de las tierras a los pueblos originarios”, Giménez murió a los 93 años de edad y sus restos fueron inhumados el sábado último en el Cementerio del Valle de San Andrés, donde residía en su Comunidad, San Andrés.
A los 22 años, Giménez fue uno de los 174 hombres que marcharon a caballo y a pie desde la puna jujeña y salteña hasta Buenos Aires para entrevistarse con el entonces presidente Juan Domingo Perón.
La caravana partió el 15 de mayo de 1946, integrada por originarios de Cochinoca y Tumbaya (Jujuy) y de las comunidades de Tinkunaku, cercanas a Orán, y de Iruya (Salta). El más joven de los caminantes tenía apenas 7 años de edad y recorrieron más de 2 mil kilómetros para visibilizar la justicia de su reclamo.
En el caso de las comunidades de Orán, mantenían un enfrentamiento con el dueño del Ingenio Tabacal, Robustiano Patrón Costas, quien los obligaba a trabajar gratis 6 meses al año.
“Humillación, de 12 años ir a pelar caña. Eso era lo que teníamos. Esa es la escuela que teníamos”, contó Giménez en el documental “El malón de la paz” de la televisión pública, en el que se da cuenta de los maltratos que el empresario ejercía en las comunidades originarias de la zona.
El Malón de la Paz, que concluyó sin el reconocimiento de los reclamos, se originó en Cochinoca, Jujuy, donde el puestero León Cari Solís, decidió viajar a Buenos Aires para reclamar porque le exigían pagar arriendo. Fue alentado por las palabras de Perón, que había afirmado que la tierra debía ser para el que la trabaje.