Se trata de los vecinos que viven en la manzana 816, ubicada en inmediaciones a las calles Parroquia del Valle, avenida 1 y Ramos, frente a la plaza del barrio Santa Ana, que tienen los ácaros desparramados en el interior y exterior de sus casas y en las mascotas, sin posibilidad de poder eliminarlas. “Tiramos fenelina, aerosoles, antigarrapaticidas y todo lo que podíamos pero las garrapatas siguen. Estamos todos picados. No podemos combatirlas, vienen del aire y se pegan en las cortinas, fondos de las casas”, explicó Gabriela a Nuevo Diario.
Cerca de la manzana se encuentra la Estación Alvarado y el Molino Cañuelas. Cabe recordar que las garrapatas pueden afectar a la salud de las mascotas, y además, pueden transmitir enfermedades a las personas. Transmiten enfermedades zoonóticas, que son las enfermedades que pueden transmitirse de animales a humanos.