Como es habitual, además de compartir con sus pares fueron capacitados en nuevas técnicas de trabajo. El sábado último, artesanos de Potrero de Chañi, El Rosal, San Bernardo de las Zorras, El Palomar y de parajes ubicados a lo largo de la ruta 51 llegaron a la Fundación Alfarcito con sus productos.
“Ellos llegan en lo que pueden, en camionetas viejas, a lomo de burro o caminando. Le ponen precio a sus productos y se les da el dinero de la mercadería que dejaron el mes anterior. La reunión es una fiesta y un encuentro de amigos”, señaló Carlos Figueroa, responsable de la difusión de la fundación Alfarcito, a Nuevo Diario.
En la oportunidad, artesanos y miembros de la fundación participaron de una misa que estuvo a cargo del Padre Zarate. Se recordó también el tercer aniversario de la partida de Martita Yapura una voluntaria del Centro de Artesanos.
“En los encuentros mensuales comparten toda la mañana, después van a la capilla donde está enterrado el Padre Chifri, participan de una oración o de una misa como ocurrió este sábado, y después tienen las capacitaciones. Las artesanías son tejidos de lana, bordados, trabajos en madera de cardón que se hacen con los cardones que ya se han caído”, precisó Figueroa.
Al término de la entrega de artesanías, dos colaboradoras de la fundación que llegaron desde Buenos Aires, María José Roldán y Marcela Zaniello, enseñaron nuevas técnicas de trabajo de bordado en lana y con macramé. Luego participaron de un gran almuerzo comunitario en donde recordaron anécdotas vividas con el padre Chifri.
Figueroa contó que la fundación incentiva en las familias de la quebrada a que tengan huertas en sus casas. “Ya hay escuelas primarias que tienen huertas, algunas inclusive ya tienen invernaderos. En las casas las huertas son más sencillas. Es increíble el trabajo que hacen para mejorar su calidad alimentaria”, agregó.
