Las consecuencias financieras de la huelga de escritores de Hollywood se extienden más allá de los estudios.
Shon LeBlanc sintió el efecto financiero de la pandemia del Covid-19 cuando esta obligó al cese de su actividad en marzo de 2020. El copropietario de Valentino's Costume Group recordó haber tenido que reducir el tamaño de su tienda de casi 1.000 metros cuadrados a la mitad.
Sin embargo, el crecimiento de su negocio de vestuario en los últimos meses lo llevó a dar un salto de optimismo: se mudó a una tienda de casi 1.800 metros cuadrados en enero pasado y se unió al Gremio de Diseñadores de Vestuario, lo que le permitió extender su negocio de teatro y escuelas a más producciones de cine y televisión.
Su proyecto de expansión se atenuó rápidamente cuando se dio cuenta de la huelga del sindicato de guionistas, el Writers Guild of America, a partir del 2 de mayo. “En el momento en que ocurrió el paro, comencé a entrar en pánico”, dijo LeBlanc a la Associated Press.
La capacidad de Valentino's Costume Group para pagar el alquiler en el edificio de North Hollywood dependía de los ingresos adicionales que esperaba recibir de los nuevos negocios del cine y la televisión. “Definitivamente estamos sintiendo los efectos financieramente”, dijo.
La de LeBlanc es una de las muchas historias que dan cuenta de las repercusiones financieras que ha causado la huelga de guionistas, quienes dicen ser testigos de cómo ha disminuido la demanda de sus servicios en pleno auge del ‘streaming’.
“Un día de producción en un set de filmación, por ejemplo, genera cientos de miles de dólares para la economía local”, explicó Elaine Low, quien escribe para el boletín informativo de negocios de entretenimiento 'The Ankler'. “Constructores de escenarios, servicios artesanales, peluquería y maquillaje. Hay toda una variedad de profesiones que se ven afectadas por la huelga", agregó.
La última huelga de Hollywood, del mismo sindicato en 2007 y 2008, tardó tres meses en resolverse y se estima que costó al menos 2.100 millones de dólares en producción perdida.
A pesar de la carga financiera, los jugadores de la industria que se mueve detrás de cámaras, en su mayoría, son solidarios con los escritores. “No están pidiendo nada que no deberían tener”, dijo LeBlanc, poniéndose en su lugar.
Los guionistas no están solos en esta batalla. El sindicato de actores SAG-AFTRA comenzará conversaciones laborales con los estudios de Hollywood el próximo 7 de junio, con la inteligencia artificial como el mayor telón de fondo: buscan garantías de que esta tecnología emergente no se utilizará para producir guiones.
(AP y Reuters).
