El técnico argentino, será el héroe de la historia rojiblanca, pero un afligido, fracasado por sus obsesiones y errores en partidos decisivos.
Era la cuarta ocasión de avanzar a los tramos finales de la Champions,
pero se quedó de la peor manera.
Un Atlético sin alma, sin convicción, sucumbió ante un ordenado rival que ni siquiera se perturbó con el empate colchonero.
Con Koke y Saúl descabezados, un Marco Llorente enjaulado y Diego Costa absorbido por sus marcas, solo quedaba esperar lo que podría hacer el belga Carrasco. Muy poco, casi nada ante la “tocatta y fuga” del Leipzig, en homenaje a otro gigante musical de la ciudad. El soberbio Johann Sebastian Bach. Y cuidado que su música suena como el gran órgano de la catedral de Leipzig.
Los tramos finales son un karma para el técnico argentino.
Muy amarrete y falto de coraje para pelear por cosas mejores.
Simeone: “No teníamos más”
Diego Simeone aseguró que “no hay excusas”, en el resultado, ya que su rival “tuvo decisión, vitalidad, entusiasmo y frescura”. “Ganaron los duelos. Ganaron en faltas. Ganaron en entender bien el partido. Nos costó insertarnos en el juego”. “No teníamos más, y nos tocó perder”.
El fútbol es así. A levantar cabeza.