El campeonato argentino vuelve a estar dominado en el ámbito doméstico por los dos grandes de Argentina. Puede parecer normal, pero no lo es. La imposición de torneos cortos durante tantos años, la preferencia por torneos continentales y la igualdad del fútbol argentino hizo que Boca y River no pelearan mano a mano el campeonato de liga. La última vez que lo hicieron fue en el Clausura 2004, cuando River llegó a la última jornada con tres puntos de ventaja sobre el Xeneize. En aquel entonces, River consiguió el punto que le aseguraba el campeonato con un gol de Marcelo Gallardo para el empate contra Atlético Rafaela en el Monumental. Boca, por su parte, no conseguía vencer a San Lorenzo de visitante y el Millonario se consagraba.
La situación ahora es diferente. A Boca le toca jugar de local y a River, de visitante. La diferencia es de solo un punto entre ambos equipos.
En el país ya se habla de un posible desempate en campo neutral en caso de empate que podría traer la enésima batalla futbolística entre los dos más grandes del país. En caso de igualdad a puntos, el campeonato no se define por diferencias de goles o ‘golaverage’ particular.
Boca y River, River y Boca. Nueva definición, solo que esta vez no es cara a cara. Pero atención, que la semana que viene sí podría serlo.
SI LLEGAN IGUALADOS
Una combinación de resultados deriva en una final desempate. Para que eso ocurra, River tiene que perder y Boca empatar su partido.
En caso de que eso ocurra, la final Superclásica podría jugarse el sábado 14 de marzo, desde las 20, en el Estadio Ciudad de La Plata. Pero habrá que esperar qué pasa esta noche.