Kevin arribó cerca de las 19:30 a esta ciudad y, luego de reencontrarse y fundirse en un abrazo con sus familiares y amigos, exhibió su trofeo ante el público presente y se trepó a una autobomba junto a su hermano Luciano, que llegó junto con él, para encabezar la extensa caravana con decenas de motos y otros vehículos que recorrió las arterias principales de esta ciudad hasta llegar al Monumento.
Cientos de salteños saludaron, celebraron y acompañaron a los hermanos Benavides en su retorno y recorrido por la ciudad, con pancartas, carteles, aplausos y cánticos para el campeón, como así también con un concierto de bocinazos, haciéndoles sentir su orgullo por dejar no sólo a Salta, sino también al país en lo alto de una competencia mundial.
En el Monumento se vivió una fiesta. Kevin tuvo su acto oficial de bienvenida, en donde sonó el himno nacional argentino interpretado por la banda de música de la Policía y, también, lo saludó el gobernador Gustavo Sáenz. Siempre junto a él Luciano, arriba del camión autobomba, donde también aprovechó para firmar autógrafos. Así fue el recibimiento salteño, al grito unísono del infaltable “dale campeón”.
También en Ezeiza
Benavides también tuvo su reconocimiento ni bien pisó el suelo argentino. Al llegar a Ezeiza, fue recibido por el equipo de Honda Motos Argentina, que le entregó varios reconocimientos, entre ellos dos plaquetas y un cuadro al piloto campeón con su equipo.
Quien también se hizo presente fue el subsecretario de deportes de la Provincia de Buenos Aires, Javier Lovera, ex presidente también de la Comisión Provincial de Automovilismo y Motociclismo Deportivo (COPAM). “¡Gracias por compartir este trofeo con todos nosotros”, indicaron desde el equipo Honda.
