El comunicado fue emitido a raíz de los intentos de modificar las legislaciones locales en Mendoza y Chubut para habilitar la megaminería
El documento, firmado por varias decenas de especialistas, comienza por señalar que, a diferencia de la minería tradicional, la megaminería se encuentra prohibida en muchos países del mundo debido a que la utilización de sustancias químicas como el cianuro, el mercurio y el ácido sulfúrico -utilizadas para separar los metales preciosos de las rocas- generan “irreversibles efectos socio-ambientales”.
Sin embargo, los investigadores aseguran que en los medios de comunicación circulan “una serie de argumentos discutibles” esgrimidos por quienes apoyan la implementación de la megaminería.
Uno de estos argumentos afirma que esta actividad “bien hecha” puede no tener efectos dañinos en el medio ambiente y la salud pública. Al respecto, el documento explica que los desechos de los químicos utilizados para separar los metales preciosos de la roca son descartados en enormes piletas artificiales, llamados diques de cola, que en innumerables ocasiones han tenido filtraciones hacia las napas y los ríos.
Situaciones como esta tuvieron lugar en la mina Veladero, en San Juan, en Minas Gerais, Brasil, y el Mar de Cortés, en México. A veces, incluso, las filtraciones comienzan después del cierre de la mina y de que las empresas se hayan retirado.
Impacto y toxicidad
Los investigadores también explicaron que un solo emprendimiento de megaminería puede llegar a abarcar hasta mil hectáreas solo para el área de mina -la que será completamente destruida-, llegando a remover hasta 300.000 toneladas de roca diarias, y empleando por día hasta 100 toneladas de explosivos, más de 100.000 litros de combustibles y decenas de toneladas de sustancias químicas de alta toxicidad.
En segundo lugar, el documento busca refutar a quienes aseguran que la megaminería genera desarrollo, empleo y diversificación de la economía regional.
Finalmente, los investigadores le responden a quienes aseguran que ellos no plantean alternativas de desarrollo local.
“Existen múltiples producciones alternativas a la megaminería, que ya funcionan o que tienen una alta potencialidad de desarrollarse, que no perjudican al medio ambiente ni a la sociedad y contribuyen a la diversificación productiva”.