El CEPA analizó los argumentos de la Secretaría de Energía para defender el aumento extra y les contrapone las deficiencias del sistema. En lo que va del gobierno actual, la factura aumentó 1.848 por ciento.
Iguacel afirma que "es lo que prevé la ley" y que fue por acción del Gobierno que ese traslado será a lo largo de dos años y no en seis meses explicó que cada usuario pagará "entre $90 y $100 por mes" de extra por el servicio de gas.
"El gobierno nacional hace que los usuarios paguen a las distribuidoras de gas por el desmanejo cambiario y por la inoperancia de las empresas para cubrirse del riesgo del dólar y, además, permite un negocio financiero con la aplicación de intereses sobre la “deuda” en 24 cuotas".
Esa es la principal conclusión del informe del CEPA, que preside Hernán Letcher y que analiza al detalle la polémica alrededor del cobro retroactivo del gas.
El informe del CEPA desmiente varios de los argumentos esgrimidos por el ministro Iguacel para defender el cobro retroactivo del aumento del gas. “Lo que la ley prevé es que si es más del 20 por ciento -la modificación de los precios por la devaluación-, la diferencia puede trasladarse automáticamente a la factura.
Eso hubiese sido un impacto enorme”, justificó Iguacel quien afirmó luego que "el Gobierno se puso del lado de los usuarios al evitar el cobro del retroactivo en una sola cuota".
“Se está trasladando al usuario la inoperancia de las distribuidoras, que en un marco de inestabilidad cambiaria no tomaron los recaudos necesarios a través de instrumentos que cubran el riesgo ante cambios abruptos del dólar. Empresas de otros rubros perjudicadas por la devaluación que importaron a 22 pesos y pagaron a 40 pesos por dólar, no tuvieron la misma suerte que las empresas de energía”, agrega el informe del CEPA.
Iguacel explicará en la Justicia su legalidad
El secretario de Energía defendió la compensación para las empresas distribuidoras del servicio y advirtió que si el país vuelve a importar energía, una factura de $3.000 podría llegar hasta los $9.000.
Iguacel dijo que "el gas es como los granos: se tienen o se tienen que importar", y detalló que el último invierno la Argentina importó unos 60 millones de metros cúbicos de gas. "Un tercio es importado y dos tercios son nacionales", explicó.
Agregó: "Si volvemos a una política donde tenemos que importar porque no tenemos producción nacional, en lugar de pagar la factura que pagamos, el que pagó $3.000 –si hubiese sido todo gas de Bolivia– hubiese pagado 6.000 pesos".
"Ese es el futuro que tendríamos si no hacemos que se respeten los contratos; que trabajemos para que haya producción nacional y para que aprovechemos ese potencial enorme que estamos haciendo funcionar que es Vaca Muerta", añadió.
"Con todo gusto me voy a presentar para explicar todo, actuamos ciento por ciento bajo la ley. Los fiscales tienen que actuar, me parece bien y voy a dar los fundamentos legales", sostuvo el funcionario.
En cuanto al momento en que la Argentina podrá autoabastecerse de gas, el funcionario precisó: "Este verano prácticamente lo tenemos. Ahora tenemos un problema diferente que es la infraestructura.
La producción en Neuquén está superando la capacidad de transportar ese gas hacia los centros de consumo. El desafío no es autoabastecernos, sino ser grandes exportadores".
Iguacel pronosticó el doble de producción en cinco años. "Para los inviernos nos va a llevar unos dos inviernos más tener la capacidad instalada para no necesitar gas instalado".
"De acá a siete u ocho años podríamos tener un sector exportador similar al que tiene todo el complejo agroindustrial argentino", concluyó.