Luego que el INDEC difundiera que la inflación fue del 47,6% en 2018 –la más alta en 27 años o sea desde 1991-, distintos especialistas y figuras de la política deslizaron críticas al Gobierno, aunque dirigentes oficialistas compartieron proyecciones optimistas.
Mientras recorre el país en modo campaña, el líder del Frente Renovador (FR), Sergio Massa, cargó con dureza contra el Presidente en su cuenta de Twitter: “La #Inflación más alta de los últimos 27 años. Una muestra más de que el camino de Macri y Cambiemos fracasó en toda la Argentina. #HayAlternativa”.
En esa línea también se expresaron los diputados del Bloque Justicialista que preside el salteño Pablo Kosiner. “Este Gobierno va a pasar a la historia por tener el récord de inflación desde 1991, dado que alcanzó el 47,6% anual.
El Presidente no cumplió con sus promesas de campaña aún cuando sabía que la inflación afecta en mayor medida a quienes menos tienen”. A través de un comunicado, los legisladores cercanos al peronismo federal explicaron que “ante la incapacidad del Gobierno nacional, vamos a seguir proponiendo una alternativa para los argentinos. El país necesita un verdadero plan económico con la mirada puesta en la economía real”.
En tanto, el diputado nacional por la Provincia de Buenos Aires del bloque Peronismo para la Victoria, Leonardo Grosso, escribió: “INDEC: La inflación en 2018 fue del 47,6%, la cifra más alta en los últimos 27 años.
¿A quién le van a echar la culpa ahora? “. Y agregó: “No se puede tapar el sol con una mano, no dejemos que oculten la incapacidad de Macri con discusiones que no solucionan los problemas que tenemos”.
El panorama negro de la pobreza
La Comisión Económica para América Latina (Cepal) ya no cree que el gobierno de Mauricio Macri pueda cumplir la promesa de "pobreza cero" antes de la finalización de su primer mandato.
El organismo regional estimó que Argentina recién podría lograr una mejora significativa en sus indicadores dentro de cuatro años.
El Panorama Social de América Latina 2018 del organismo sostiene que para reducir los niveles de pobreza a la mitad en 2023 será necesario impulsar "políticas redistributivas en materia de ingresos", "avanzar en la promoción de empleos de calidad" y "fortalecer las políticas públicas de protección social".
La orientación macroeconómica sugerida se contrapone con el programa de austeridad diseñado e implementado por las autoridades argentinas para acceder al financiamiento del FMI.
Como las proyecciones fueron elaboradas con los datos de finales de 2017, no contemplaron el deterioro socioeconómico asociado a la crisis cambiaria, la aceleración inflacionaria, la destrucción de empleo y el ajuste recesivo.
