El grupo de los oradores a favor del proyecto de interrupción voluntaria del embarazo expuso durante la mañana, en un clima cordial y protocolar que sólo se interrumpió con un cruce.
El proyecto de la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito despenaliza el aborto hasta las 14 semanas de gestación, y habilita a interrumpir el embarazo sin plazo alguno en los casos de violación o donde corra riesgo la salud de la mujer, o si hay malformaciones fetales graves.
La primera oradora fue la abogada Paola Bergallo, quien expresó que la legalización del aborto es una “deuda de tantos años de democracia”. Cuestionó “seguir utilizando” el derecho penal para “restringir los derechos de las mujeres”.
Por su parte, Marta Alanis, de Católicas por el Derecho a Decidir, reconoció: “Las mujeres católicas también abortamos” y destacó el apoyo al proyecto de “más de 500 organizaciones”.
A su turno, la coordinadora del Observatorio de Salud Sexual y Reproductiva de la Argentina, Mariana Romero, puntualizó que el aborto es “la primera causa individual de muerte materna” y que en 2016, el 18% fue por aborto. “Desde la vuelta de la democracia, 3.030 mujeres fallecieron por aborto en la Argentina”, precisó.
Quienes también participaron de la tanda de oradores a favor fueron las actrices Verónica Llinás, Carla Peterson y Griselda Siciliani, que reclamaron la aprobación de la ley a los diputados. Otra figura mediática fue el periodista Luis Novaresio, que protagonizó un inesperado cruce con la diputada macrista Carmen Polledo, a la que le dijo directamente: “No puede dejar que las mujeres se sigan muriendo”.
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Argumentos en contra del aborto
Por la tarde expusieron los primeros disertantes en contra de la despenalización. Con distintas cifras y argumentos, y hasta con imágenes de embriones, los invitados buscaron persuadir a los diputados que no avancen con la ley.
La primera expositora del segundo bloque fue Úrsula Basset, doctora en Ciencias Jurídicas de la UCA, quien lamentó: “Pobres mujeres cuyo embarazo angustioso y doloroso se usa de bandera pero no se las acompaña”.
Uno de los más duros contra el proyecto en debate fue Oscar Botta, director ejecutivo de Profamilia, quien se refirió al aborto como un “crimen” y lo definió como una “de-saparición forzada de personas”.
También expuso Gustavo Carrara, obispo auxiliar de Buenos Aires que sostuvo que “hoy se desconoce la cultura de las mujeres pobres: se desconoce que para ellas un hijo es el mayor tesoro”.
