De esta manera, anota su quinto avance en fila. A su vez, el Banco Central volvió a convalidar una leve suba de la tasa, algo que viene sucediendo desde el último viernes.
Las acciones y los bonos registraron el impacto por el nerviosismo de los inversores externos con activos argentinos.
El riesgo país volvió a tocar 700 unidades y la bolsa cayó cerca de 3 puntos, tendencia que fue a contramano de lo que ocurrió con los mercados emergentes. El Banco Central mostró preocupación y subió el rendimiento de las Leliq por tercer día consecutivo.
En el mercado explican el regreso de la tensión cambiaria por dos motivos. El primero es que el Banco Central pecó de optimismo bajando las tasas de interés en pesos en más de 15 puntos desde el principio de año.
Los operadores aseguran que el rendimiento que ofrecen los plazos fijos no hace interesante mantener inversiones en moneda local. “La codicia no le gana al miedo”, repiten.
Esto se debe a que la tasa de inflación esperada supera el 30 por ciento para 2019. Los plazos fijos en torno del 33 por ciento no brindan garantía de obtener ganancias reales en los próximos meses.
Lo mismo ocurre con las ganancias en dólares. El tipo de cambio puede subir casi 30 por ciento sin que el Central intervenga en la cotización con venta de dólares. Estos días hubo una primera alerta. El avance de la divisa fue equivalente a la ganancia de casi dos meses de plazo fijo.
El otro factor que señalan los analistas para explicar el avance del tipo de cambio es electoral. Los años de elecciones agudizan el comportamiento del inversor argentino.
La tendencia es buscar refugio en moneda extranjera hasta tener precisiones de cómo será el nuevo gobierno y qué programa económico se pondrá en marcha.
Economistas cercanos al oficialismo aseguran que el plan monetario y fiscal sólo sirve para llegar a octubre, pero que no resulta sustentable en el mediano plazo. La incertidumbre sobre las medidas que se tomarán después de las elecciones acelera la dolarización.
“Luego de la pausa impuesta por el feriado de ayer en los Estados Unidos, la actividad local retomó su ritmo habitual mostrando un brusco avance del tipo de cambio mayorista que lo llevó a niveles que no se repetían desde principios de octubre del año pasado”, describió el analista Gustavo Quintana, de PR Corredores de Cambio.
Por su parte, el operador Christian Buteler remarcó que la baja de tasas que se venía registrando hasta el último viernes fue muy agresiva y el impacto de dicha decisión no era inmediato. "En ese contexto, el inversor que tiene plazos fijos no le vencen todos los días. La tasa bajaba incluso hasta absorbiendo pesos. Esto marcaba que sobraban muchos pesos. Y con un dólar en el piso de la banda y con estas tasas, los inversores prefieren dolarizarse”, analizó.