Uno de los sacerdotes que reportó la situación, contradijo las afirmaciones de la Santa Sede de que el Papa Francisco se enteró sobre el caso recientemente.
Los informes ante el Vaticano, sin embargo, no impidieron que el obispo Gustavo Zanchetta, de 54 años, recibiera poco después un importante cargo de asesor en la Santa Sede, la cual lo justificó con el argumento de que las denuncias en contra del religioso se presentaron a fines del año pasado.
El papa Francisco aceptó el 1 de agosto del 2017 la renuncia de Zanchetta como obispo de Orán, que la había presentado el 29 de julio, luego de que tres sacerdotes de esa Diócesis de la provincia de Salta, en el norte de Argentina, elevaran dos informes al Vaticano en 2015 y en 2017 con imágenes y referencias a conductas sexuales inapropiadas en las que habría incurrido el religioso con tres integrantes del seminario, todos mayores de edad.
No obstante, poco después de su renuncia, el papa promovió a Zanchetta a la posición número 2 en la oficina de administración financiera de la Santa Sede, lo cual ha generado nuevas dudas sobre si el Pontífice mira hacia otro lado ante la mala conducta de sus amigos y aliados.
El caso podría convertirse en otro problema para Francisco, quien esta semana viaja a Panamá y ha convocado a un encuentro en febrero con obispos del mundo para abordar cómo enfrentar los casos de abuso sexual dentro de la iglesia católica.
Los informes
El sacerdote Juan José Manzano, uno de los tres que hicieron llegar información sobre Zanchetta, expresó que en un primer informe en 2015 se remitieron fotos que se tomó el mismo obispo mientras estaba desnudo “en actitudes obscenas o fuera de lugar”, aunque evitó describirlas. Consideró que fue una “primera alerta” que hicieron llegar a la Santa Sede a través de “obispos amigos”.