El máximo mandatario se lamentó porque aún haya personas "con problemas para acceder al trabajo" y consideró que esa situación aún le duele y preocupa a los argentinos pero también representa la obligación de ocuparse del tema.
“La Argentina debe dejar de ser el país de unos pocos, que es el país que soñaron los que me precedieron en el Gobierno, para pasar a ser el país de todos y de todas”, expresó Fernández, y añadió que a modo de crítica: "Venimos de una Argentina que ha desatendido a los más necesitados y los ha condenado a vivir casi a las márgenes de la sociedad, y lo que nosotros necesitamos es una sociedad que abrace e incluya a todos y a todas”.
Alberto Fernández, junto a los referentes de diferentes organizaciones sociales.
En el encuentro, que coincidió para conmemorar la marcha realizada en 2016 entre el santuario ubicado en el barrio porteño de Liniers y la Plaza de Mayo, el jefe de Estado destacó ante decenas de dirigentes sociales: “Sé mejor que muchos que estamos viviendo un tiempo donde hay una economía que se ha desarrollado a la par de la economía formal y que esa economía necesita poder desarrollarse y crecer porque es un formidable mecanismo para incluir gente en la sociedad argentina”.
Además, el mandatario reconoció el trabajo de las organizaciones sociales “que tanto han hecho en los últimos años para que la Argentina no padezca más postergación y más necesidades en sectores que ya las vienen padeciendo hace muchos años”.
Y reiteró la necesidad de que nuestro país “no tenga una sociedad que descarta, sino que tenga una sociedad que integra, que abraza y en la que todos y todas tenemos algo para dar, para construir, donde todos y todas somos importantes”.
“Vamos a hacer las cosas de otro modo para que la justicia social exista de una vez y para siempre en nuestro querido país”, prometió.