Además de proyectar el PBI, pretende incrementar los fondos para obras públicas y disminuir el pago de intereses de la deuda pública.
La comisión de Presupuesto fue citada para mañana a las 15 para emitir el despacho, que el oficialismo buscará sancionar en una sesión mixta, presencial y virtual que se realizará entre el miércoles y jueves de la próxima semana. Según un reporte de Télam, el Frente de Todos ya tiene garantizado el respaldo de los interbloques Federal y de Unidad Federal para el Desarrollo, lo que le permite construir una mayoría para poder aprobar el proyecto.
El oficialismo tiene 117 votos propios -teniendo en cuenta la licencia del titular del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE), José Ignacio De Mendiguren, y que el presidente de la Cámara, Sergio Massa, solo vota en caso de desempate- y Juntos por el Cambio 116.
En ese marco, los votos de los interbloques Federal y de Federal para el Desarrollo adquieren una fuerte relevancia al convertirse en los árbitros para definir la aprobación del presupuesto, y así no depender de la decisión de Juntos por el Cambio.
La principal bancada opositora, Juntos por el Cambio, definirá hoy si respalda en general el proyecto del Gobierno, ya que aguarda una respuesta a los pedidos que formuló sobre refinanciación de las deudas provinciales, fondos para las Universidades y Aportes del Tesoro Nacional (ATN), según señaló el diputado radical Luis Pastori.
El presidente de la comisión de Presupuesto, Carlos Heller (Frente de Todos), señaló la semana pasada que "buscaremos el martes emitir dictamen".
El proyecto destina $5,5 billones a gastos sociales para el pago de jubilaciones y asignaciones sociales, programas alimentarios, de economía social, entre otros. Se proyecta una inflación anual del 29%, un dólar promedio de $ 102 a diciembre del 2021, y un déficit del 4,5% que implica reducir en cuatro puntos el déficit previsto para este año que oscilará en el 8,5%.
Grupo G30: el FMI pidió reestructurar deudas
La directora del Fondo Monetario Internacional (FMI) Kristalina Georgieva pidió que se tomen medidas importantes para abordar la carga de deuda cada vez más insostenible para algunos países, e instó a los acreedores y deudores a comenzar los procesos de reestructuración más temprano que tarde. En un evento en línea organizado por el grupo G30 de ex políticos y académicos, Georgieva dijo que una extensión por seis meses del congelamiento del servicio de la deuda acordado por el G20 la semana pasada ayudaría, pero dijo que era necesario tomar medidas más urgentes.
"Estamos ganando algo de tiempo, pero tenemos que enfrentar la realidad de que tenemos acciones mucho más decisivas por delante", dijo, instando a acreedores y deudores a comenzar a reestructurar sin demora las deudas de países con niveles de endeudamiento insostenibles. "Hacer muy poco y demasiado tarde es costoso para los deudores, costoso también para los acreedores", aseveró, advirtiendo que los niveles de deuda global alcanzarían el 100% del Producto Interno Bruto en 2021 y que el impacto negativo de las moratorias soberanas podría extenderse rápidamente.
Afirmó que los acreedores deberían adoptar disposiciones contractuales para minimizar la perturbación económica, aumentar la transparencia y respaldar un marco de trabajo común acordado en principio por el G-20 la semana pasada.
Los comentarios de Georgieva se producen en medio de una creciente preocupación por los fuertes aumentos en los niveles de deuda, especialmente entre los países de bajos y medianos ingresos afectados por el coronavirus, una caída del turismo y, en algunos casos, la caída de los precios del petróleo.