A través de una carta dirigida al ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, los dos jefes de la central obrera, Carlos Acuña y Héctor Daer, solicitaron la “urgente convocatoria al Consejo Nacional del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo, Vital y Móvil, a fin de fijar un nuevo valor del salario mínimo”.
Los gremialistas justificaron su pedido en “caída del poder de compra de los ingresos de los trabajadores por efecto del proceso inflacionario”, según reza el texto de la misiva.
La última medición del Instituto Estadístico de los Trabajadores (IET), organismo dependiente de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) integrado por 45 gremios de la CGT y la CTA, reveló una inflación acumulada que trepó al 47,2%.
“Desde agosto, fecha de la reunión, la inflación no solo no ha decrecido, sino que ha depreciado notablemente el valor real de los ingresos laborales”, agregaron los popes sindicales.
Según escribieron Daer y Acuña: “Resulta necesario actualizar en forma inmediata los valores vigentes, dotando al instituto (al Consejo) del profundo sentido social con el que fue concebido y garantizar que todos los trabajadores puedan tener un ingreso mínimo que le asegure el acceso a una canasta básica”, concluyeron.
En cuanto a las expectativas para todo 2018, los economistas que participan del Relevamiento de Expectativas del Banco Central (REM) anticipan una marca del 44,8% (la más alta desde 2002).
Sin embargo, las consultoras privadas menos optimistas están pensando en una cifra entre 47% y 48%.