Con 201 votos a favor y 3 abstenciones, la Cámara baja dio luz verde a la iniciativa enviada por el Poder Ejecutivo y la giró al Senado, que postergó su tratamiento para 2019.
El bloque oficialista en Diputados tenía previsto aprobar el proyecto contra las barras bravas la semana pasada, pero las disidencias de diputados de diferentes fuerzas políticas obligaron a postergar el debate para lograr mayores consensos.
La iniciativa fue enviada al Congreso en 2016 por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, pero había perdido estado parlamentario. Tras los hechos de violencia que obligaron a suspender la final de la Copa Libertadores entre River y Boca, el Gobierno volvió a impulsar el proyecto.
La iniciativa había recibido varias modificaciones respecto al texto original en su paso por un plenario de las comisiones del cuerpo. Entre los cambios se incluyeron la disminución de algunas penas para que estén en sintonía con el anteproyecto de Código Penal que el Gobierno enviará en marzo próximo al Congreso.
El texto aumenta la prisión para aquellos que tengan en su poder armas blancas, objetos cortantes en un espectáculo futbolístico, contempla la figura del arrepentido para este tipo de delitos y para los miembros de comisiones directivas de clubes que cometan enriquecimiento ilícito, así como su inhabilitación absoluta perpetua.
También se castiga la venta ilegal de entradas y se establecen penas no excarcelables cuando de ese delito participe una persona contemplada en la Base de Datos y Antecedentes Relativos a Espectáculos Futbolísticos, que funcionará en el Ministerio de Seguridad.