Siete de los ocho sindicatos aeronáuticos nacionales decidieron paralizar los vuelos ese día en el inicio del primer fin de semana de las vacaciones de invierno correspondientes a Capital Federal y Buenos Aires y otros distritos.
Según los datos de navegación aérea argentina del ENEA de junio pasado, los viernes despegan y arriban 650 vuelos, de los cuales 519 son de cabotaje y 283 internacionales. En total, los viernes se transporta a unos 83.000 pasajeros.
La medida de fuerza se realizará para repudiar las políticas aerocomerciales implementadas por el gobierno de Cambiemos, que para los trabajadores configuran "un futuro incierto para el sector" y una degradación de "la seguridad operativa, poniendo en riesgo a los usuarios y los trabajadores, como así también comprometiendo las fuentes laborales".
Se hará en repudio a la política aerocomercial del Gobienro que favorece a las empresas Low Cost y perjudica a la aerolínea de bandera.
El comunicado de los sindicatos anticipa que será el inicio de un plan de lucha para revertir las políticas del gobierno para el sector.
La medida de fuerza convocada por los gremios de pilotos (APLA), los de Austral (UALA), los mecánicos (APTA), el personal de tierra (APA), Unión de Aviadores de Líneas Aéres (UALA), Atepsa, Atcpea y el personal jerárquico (UPSA) coincidió con el anuncio del parcial alejamiento del titular de Aerolíneas Argentinas, Mario Dell’ Acqua, quien asumió una doble función al quedar también al frente de la empresa estatal Integración Energética Argentina Sociedad Anónima (IEASA), ex ENARSA, tras la renuncia de Hugo Balboa, hombre cercano al apartado ex ministro de Energía, Juan José Aranguren.
Dell’ Acqua fue el encargado de tomar las riendas de la aerolínea de bandera tras la renuncia de Isela Constantini para continuar con el plan de ajuste, por lo que cosechó críticas de los gremios aeronáuticos, en particular por avanzar con la política de abrir las rutas aéreas a las empresas transnacionales.
El Gobierno ratificó ese rumbo esta semana al anunciar la eliminación de precios mínimos, una decisión a medida de las escasas empresas Low Cost que respondieron al llamado de Cambiemos, entre ellas, la accidentada FlyBondi.
Futuro incierto para el sector aéreo
"Ante los graves incumplimientos y políticas aplicadas que tornan un futuro incierto para el sector aéreo degradando la seguridad operativa, poniendo en riesgo a los usuarios y los trabajadores, como así también comprometiendo las fuentes laborales, damos inicio a un plan de lucha por la regularización de esta situación, e informamos el cese de actividades del sector para el próximo viernes 13 de julio", anunciaron los gremios en un comunicado conjunto.
El conjunto de sindicatos además sostuvo: "Hemos elevado formalmente y en múltiples oportunidades los distintos requerimientos y observaciones en pos de corregir y/o revertir todo aquello que pudiera interferir en desmedro de los intereses de los trabajadores aeronáuticos" pero "lamentablemente desde el Ministerio de Transporte de la Nación han hecho oídos sordos a los reclamos elevados". "Por el contrario, han decidido dar por tierra con todos los compromisos asumidos en su oportunidad", resaltaron los Gremios Aeronáuticos Unidos.
Guillermo Dietrich, ministro de Transporte de la Nación, viene cumpliendo a rajatabla los pedidos de las compañías low cost en relación a la flexibilización de las tarifas aéreas.
Si bien informó que "no hay nada definido" sobre la posible aplicación de un impuesto a los pasajeros aéreos al exterior, el Ministerio busca eliminar las regulaciones que establecen tarifas mínimas por debajo de la cual las compañías no pueden cobrar a los pasajeros, tal como lo reclaman las compañías "de bajo costo".