A partir de la investigación por muerte dudosa del hombre de 48 años y cuyo resultado indicó “Neumopatía por COVID-19” como causa de muerte, Sodero aclaró que en el CIF: “Preferimos excedernos y actuar con celo excesivo en las precauciones para garantizar la salud del personal y de un auxiliar de fiscalía, quien fue responsable de entrevistar a un familiar de la persona fallecida”.
El protocolo mundial establece que la muerte se produce en situación de pandemia, pero no por causa específica de COVID-19.
La infectóloga María del Valle Castillo del COE-Norte, fue responsable de evaluar y entrevistar a cada uno de los investigadores y el personal de seguridad privada, en tanto que el médico Facundo Ruiz del COE-Sur, se hizo responsable del seguimiento de un auxiliar fiscal y dispuso el aislamiento personal y del grupo familiar conviviente de cinco efectivos policiales y un personal privado de servicio de seguridad.
Las tareas del personal afectado y aislado se redujeron a labrar el acta de procedimiento; tomar nota de los datos de los intervinientes en el acta; realizar la inspección del equipo y mantener entrevista con familiares del extinto.
A todos se les indicó aislamiento personal y del grupo familiar conviviente por precaución, ya que el COE clasificó la situación como de “Bajo Riesgo”.
Sodero aclaró que de acuerdo a los protocolos vigentes por pandemia en el mundo, no se realizó autopsia, ya que al efectuarse hisopado sobre el cadáver, se confirmó que era portador asintomático de coronavirus 2 (SARS-CoV-2).
Por orden de la directora del CIF, su desplazamiento fue fiscalizado por el Jefe del Departamento Investigaciones y Criminología del CIF, Omar Dávila y el comisario Sergio Costello.