Por este hecho, agravado por la decisión del personal policial de huir del lugar, la fiscal de Derechos Humanos, Verónica Simesen de Bielke, imputó al sargento, Mario Funes, con revista en el Sector 6, el delito de vejaciones calificadas y lesiones graves, en calidad de autor y en perjuicio de Néstor Avalos.
Por el mismo delito, pero carácter de partícipe necesario, la fiscal imputó a los policías, Luis Quispe, Diego Cachi, Víctor Díaz y Lucas González, todos de la misma división.
En su imputación, la fiscal sostuvo que Avalos, de 25 años y miembro voluntario del Ejército Argentino, resultó herido durante la noche del 29 de julio, cuando se hallaba en una despensa, ubicada en el barrio Norte Grande.
En esas circunstancias, y desde el interior del móvil 1.673, se efectuó un disparo de bala de goma con una escopeta, proyectil que impactó en el ojo izquierdo de Avalos. En sus fundamentos, la fiscal sostuvo que los acusados, mientras cumplían su rol de efectivos policiales a bordo del móvil mencionado, desempeñaron un acto de servicio con exceso de sus funciones, al cometer en contra de la integridad física del damnificado mediante el uso de arma de fuego.
Tras el disparo, y mientras los policías escapaba, Avalos fue trasladado al hospital local, donde se confirmó el estallido total del ojo izquierdo.
Condena de 5 años
Fue aplicada a José Calderoni, un joven de 22 años, a quien se le impuso una pena de 5 años de prisión por el delito de robo calificado, hecho ocurrido el 30 de junio del año pasado, en horas de la madrugada, cuando el delincuente junto a otros sujetos interceptaron a un hombre que caminaba por barrio El Bordo, en la localidad de Embarcación.
Tras golpearlo, y armados con cuchillos, le sustrajeron la suma de 2 mil pesos.
Por este hecho, el juez de juicio de Tartagal, Anastasio Vázquez Sgardelis, lo condenó a 5 años de cárcel.