La primera fue malograda por la fiscal penal de Derechos Humanos, Verónica Simesen de Bielke, quien terminó siendo apartada por el juez de Impugnación, Luciano Martini, magistrado que, incluso, solicitó que la funcionaria de la fiscalía sea investigada penalmente.
Resulta que Simesen de Bielke había ordenado inspeccionar y secuestrar los teléfonos de Dantur, pues sospechaba que éste le pasaba información confidencial al comisario Walter Mamaní, de Apolinario Saravia, quien era investigado por la fiscal en un caso de abuso policial.
En vista de ello, la fiscal ordenó revisar los teléfonos de Dantur, en ese entonces auxiliar fiscal en Joaquín V. González, jurisdicción donde se tramitaba la causa contra Mamaní. La medida, sin embargo, derivó en un escándalo debido a que uno de los teléfonos del auxiliar era de uso personal, y por lo tanto cualquier acción sobre el mismo requería de la orden del juez de Garantías. Lejos de ello, y a sabiendas de la condición de uno de los aparatos, la fiscalía avanzó con la inspección y el secuestro, lo que luego generó planteos de la defensa de Dantur, quien logró revertir la irregularidad que la fiscalía, pese a quedar expuesta en su error, intentó torcer la ley y contraatacó con sugerencias de connivencias y la comisión de otros delitos en contra del juez Martini.
Incluso volvió a acusar a Dantur, quien ya había sido beneficiado en dos fallos debido al secuestro e inspección irregular de la fiscalía sobre su teléfono privado. Casualmente, en el marco de esta nueva causa, la fiscalía, esta vez integrada por tres fiscales, se corrigió y pidió al Juzgado de Garantías de Metán la inspección de los teléfonos de Dantur.
En Metán
Dicha medida, como informaron fuentes judiciales, se cumplieron ayer ante la presencia del juez de Garantías en Feria de Metán, Mario Dilascio, los fiscales penales Pablo Rivero y Ana Salinas Odorisio, el imputado Dantur y su abogado defensor, Ricardo Albornoz. Lo que se hizo fue una inspección y extracción física y lógica de los dos teléfonos celulares secuestrados en la causa.
De esta tarea participaron peritos del Gabinete de Informática del CIF, como así también un profesional por parte de la defensa. La medida, iniciada a la mañana, se extendió hasta pasada las 15, sin contenidos de importancia para la investigación penal.
La defensa calificó la medida como positiva, al no surgir irregularidades o connivencia con el comisario Mamaní. El defensor no descartó avanzar con algún planteo de nulidad, puesta esta pericia ya fue analizada y declarada nula en dos fallos previos.
